Después de haber desconectado de la rutina durante días, o incluso semanas, volver a la cotidianidad se nos hace cuesta arriba. Sin embargo, hay una serie de recomendaciones que nos pueden ayudar a facilitar esta transición. Aquí tienes 12 consejos para allanar la vuelta al trabajo.
- Si es posible, vuelve de tus vacaciones un día o dos antes para prepararte: este margen te dará tiempo para deshacer maletas, hacer la compra de la semana, reajustar los horarios (sobre todo, si llegas con jet lag) y realizar todas aquellas cosas necesarias para que a la primera semana de trabajo no tengas que sumar demasiadas tareas domésticas.
- La noche anterior cena con tiempo, asegúrate de que lo tienes todo preparado para el día siguiente, haz algo que te relaje y acuéstate a una hora razonable. Y por la mañana, levántate con el tiempo suficiente para desayunar bien.
- Llega temprano a la oficina: psicológicamente, te dará “ventaja” y podrás controlar mejor lo que te pueda estar esperando.
- Si está en tu mano, el primer día déjalo lo más abierto posible de reuniones para que te dé tiempo a ponerte al día.
- Planifícate la jornada antes de empezar a trabajar y céntrate en lo prioritario. Y hazte también una lista de las prioridades para los días siguientes. Aprovecha que tu mente ha vuelto “fresca” para abordar lo que necesite más productividad y creatividad.
- Los primeros días, si depende de ti, no te pongas demasiadas reuniones. Y las que no puedas evitar, que sean breves. De otro modo, enseguida te sentirás abrumado por el trabajo y no habrá transición, que es de lo que se trata.
- Si tu bandeja de entrada de correos electrónicos está llena, no intentes contestarlos todos el primer día: dedica solo un tiempo a los que realmente tienes que responder y hazlo de la forma más sintética posible. Y si al volver a la oficina te encuentras con una verdadera avalancha de trabajo, ocúpate de los correos electrónicos después de hacer aquello que requiera más energía; es decir, dedícate a responder en los momentos que quieras “descansar” un poco.
- No enfoques los primeros días en la oficina como si te estuvieras enfrentando a una maratón: tómate descansos, respeta los horarios de la comida y sal del trabajo a tu hora.
- Recuerda los mejores momentos de las vacaciones en lugar de sentirte mal porque hayan terminado.
- Después del trabajo, haz alguna actividad que te guste: disfrutar de tiempo de ocio prolongará la sensación de las vacaciones.
- Si estás habituado a hacer ejercicio, recupera este hábito desde el primer día (si no lo estás, quizá es el momento de empezar).
- Recuerda que uno de los recursos más valiosos en el trabajo es el tiempo: ¡adminístralo bien! Y recuerda que para poder rendir al máximo y ser productivo es necesario que te cuides y que no renuncies a tu tiempo libre.