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Las 4 reglas de la empatía que pueden salvarnos de la actual anomia

Susana Lladó - Lladó Comunicación 23 febrero, 2022 Anomia, Ansiedad, Emociones

¿Qué es la anomia?

La anomia es la incapacidad de la estructura social para proveer a los individuos de lo necesario para lograr sus metas en el seno de su comunidad o sociedad. La anomia se caracteriza por un estado/Estado de desorganización social y aislamiento del individuo como consecuencia de la carencia, la incongruencia o la degradación de las normas sociales y las leyes.

El concepto de anomia aplica, por ejemplo, cuando se da una brecha significativa entre los valores que nos transmiten y su práctica en la vida diaria, o cuando hay una disociación entre los objetivos socioculturales y el acceso a los medios necesarios para poder alcanzar esos objetivos. El término lo introdujo por primera vez el sociólogo Émile Durkheim en sus obras La División del Trabajo Social y El suicidio y, desde entonces, se utiliza en sociología y ciencias sociales.

Cómo ‘navegar’ este periodo de incertidumbre

Las 4 reglas de la empatía que pueden salvarnos de la actual anomia

Me ha parecido interesante que una psicóloga y socióloga del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), Sherry Turkle, utilice este término para describir la situación actual de desorientación, incoherencia y ansiedad que estamos viviendo con la pandemia en un artículo publicado en Harvard Business Review.

En el artículo, la autora utiliza la siguiente definición de anomia: “Describe un estado desestabilizado y desestabilizador cuando las reglas y quienes las dictan pierden legitimidad”. Esta pérdida de legitimidad que se menciona es importante porque tiene consecuencias que son, asimismo, características de la anomia: la incoherencia de las normas vuelve inestables las relaciones de grupo impidiendo su cordial integración, estas normas incoherentes dejan de ser respetadas por la comunidad y, además, tal como explicó Durkheim en el libro El suicidio,  una situación de anomia promueve las conductas suicidas, ya que la sensación de pérdida de valores y de alienación conduce a las personas a un estado de incertidumbre, inseguridad, insatisfacción, miedo y angustia.

Las 4 reglas de la empatía que pueden salvarnos de la actual anomia

Nos estamos enfrentando a un panorama complejo y desgastante en estado de aislamiento social, cada uno como puede. Sin embargo, esta no es la mejor manera: ni es la más saludable, ni es la más efectiva. Sin duda, hay una posición valiente en describir lo que estamos viviendo mediante el concepto de anomia. No obstante, lo que me ha parecido más relevante del artículo de esta profesora es su propuesta para navegar este periodo con mejor salud emocional y sin hacerla depender de una gestión política e institucional que se muestra, cuando menos, incoherente.

La propuesta de Sherry Turkle es construir un sentido de comunidad que, entre otros beneficios, «nos ayude a superar las divisiones en nuestras vidas y a no sentirnos tan abandonados al aislamiento anómico». ¿Cómo? Entendiendo bien lo que es la empatía y aplicándola en todos los ámbitos de nuestra vida (el de pareja, el familiar, el laboral y el social). La empatía es clave en el bienestar emocional y social.

Las 4 reglas de la empatía de Sherry Turkle

Las 4 reglas de la empatía que pueden salvarnos de la actual anomia

Shery Turkle es autora, entre otros, del libro The Empathy Diaries, en el que trata en profundidad el tema de la empatía, pero en el artículo citado resume las cuatro reglas fundamentales para practicarla.

    1. La verdadera empatía no es acercarse al otro creyendo que le conocemos y que sabemos cómo se siente, aunque hayamos pasado alguna vez por una situación semejante a la suya: todo lo contrario, consiste en dar un paso hacia atrás y acercarse al otro con una humildad radical que nos permita decirle «No sé cómo te sientes, pero estoy aquí para escucharte».

Es imposible ponerse en el lugar del otro si tenemos ideas preconcebidas sobre él/ella. La estrategia del no saber es lo que nos abre la posibilidad de conocer la verdad de las cosas, y estar dispuestos a aprender es lo que deja el espacio que requiere la empatía.

2. Al contrario de lo que se suele pensar, la empatía acepta la fricción, e incluso la diferencia radical. No se trata de pensar igual que el vecino, el compañero de trabajo, nuestra madre o nuestros amigos. Esto no es ser empático, es querer evitar eventuales conflictos. «Para ser empáticos debemos estar dispuestos a adueñarnos del conflicto, participar y luchar de manera justa. La empatía exige un compromiso total, incluso cuando la situación es incómoda», explica Sherry Turkle.

3.Aceptemos el compromiso de ayudar al otro, sin reservas.

4.No nos confundamos cayendo en el buenismo: la empatía no es altruista, engrandece a quien la ofrece.

Estamos viviendo una crisis que no deberíamos atravesar solos. Utilicemos los recursos que dependen de nosotros para disminuir los efectos de la anomia.

Fuentes:

Revista Iberóforum

Harvard Business Review

Wikipedia (ciencias sociales)

«Muchas personas tienen la sensación de no poder más, de saturación»
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«Muchas personas tienen la sensación de no poder más, de saturación»

Susana Lladó - Lladó Comunicación 1 febrero, 2022 Ansiedad, Emociones, Entrevistas

Saturación es la palabra que define el estado actual de más de la mitad de la población. Según la OMS, la fatiga pandémica afecta a 6 de cada 10 europeos

Sí, hay muchas personas que tienen la sensación de que ya no pueden más.

 

¿Cuándo habláis los psicólogos de saturación?

La saturación incluye el agotamiento mental, la sensación de que no se podrá hacer frente a ningún nuevo elemento cambiante que irrumpa en nuestra vida porque nos derrumbaríamos mentalmente y/o psicológicamente.

 

Cualquier mínimo problema ya desborda a la persona

Sí, y por varios motivos. Uno de ellos es que estamos expuestos continuamente a un caudal desbordante de información, de inputs. Y esta sobreinformación es, desde hace ya casi dos años, información muy negativa.

Las personas debemos buscar la manera de drenar tantas emociones y pensamientos negativos. Es imprescindible.

Nuestra capacidad para procesar información negativa no es infinita

No, no lo es. No estamos preparados para gestionar tal cantidad de inputs negativos. Nuestra capacidad para hacer frente a este tipo de información es inferior a la cantidad que recibimos constantemente. El ser humano no puede vivir en constante estado de alerta, de miedo.

 

Sería otra entrevista, pero esta es la línea de comunicación que han seguido, en general, los políticos y los medios de comunicación desde el inicio de la pandemia

Sí, y estamos viendo los efectos perniciosos para la población. La capacidad de las personas para procesar tanta información negativa emitida, además, de forma continua, puede colapsar. Podemos llegar a sentirnos muy agotados física y mentalmente. Si esta es la situación en una familia, los padres, por ejemplo, no solamente gestionarán peor sus propios problemas, también tendrán menos capacidad para gestionar los problemas cotidianos que se van presentando con los hijos y que afectan a su evolución. Su umbral de paciencia disminuirá mucho y aumentarán otros umbrales, como el de la irritabilidad. Cuando alguien está en esta situación de saturación, cualquier pequeño problema se vuelve insoportable porque le desborda.

 

¿Cómo se puede rebajar este nivel de saturación?

De la misma forma que un contenedor tiene una capacidad limitada y debemos vaciarlo antes de introducirle algo más, las personas debemos buscar la manera de drenar tantas emociones y pensamientos negativos. Es imprescindible.

La anhedonia es la incapacidad para disfrutar de las cosas, de la vida. Ya no se encuentra placer en todo aquello que debería resultarnos agradable.

Si no lo hacemos, alimentamos la espiral

Sí. Debemos tener en cuenta que el agotamiento psicológico no solo nos desgasta mentalmente, también nos debilita físicamente. La saturación afecta al rendimiento laboral, a nuestras relaciones personales porque descargamos la frustración con las personas que más queremos, a la calidad y horas de sueño, nos cuidamos menos y peor, somos más reactivos porque tenemos menos control, nos sentimos abatidos, experimentamos anhedonia, ansiedad, pérdida de energía, hipersensibilidad, etc. Es decir, la saturación afecta a todas las áreas de nuestra vida: la personal, emocional, social y laboral.

 

¿Qué es la anhedonia?

La anhedonia es la incapacidad para disfrutar de las cosas, de la vida. Ya no se encuentra placer en todo aquello que debería resultarnos agradable. Hay una pérdida de interés por lo que antes sí nos lo despertaba, ya sean actividades de ocio o aficiones, como escuchar música. También puede ser que la persona deje de disfrutar de la comida o las relaciones sexuales.

 

¿También tiene efectos cognitivos la saturación?

Sí, hay estudios científicos que muestran que la saturación puede provocar una disminución de la memoria, por ejemplo, además de pérdida de concentración y de una alteración cognitiva denominada efecto de desinformación.

 

¿En qué consiste esta alteración cognitiva?

Básicamente, la persona mezcla informaciones. Puede confundir una información relacionada con el trabajo con otra de un ámbito distinto.

 

¿Puedes dar algunas herramientas para rebajar el nivel de saturación?

Hay diversas maneras de diluir o atenuar la saturación. Una de ellas es buscar espacios personales para aislarse de los estímulos externos.

 

Hay que quedarse a solas con uno mismo

Sí, es fundamental. A cada persona le irá bien algo distinto: un retiro de un fin de semana, practicar yoga, dar paseos por el campo o la montaña, salir a correr, practicar meditación para centrarse únicamente en el ahora y evitar los pensamientos recurrentes relacionados con los aspectos negativos de la situación actual, procurarse un espacio de silencio agradable, etc.

 

Sigamos con más hábitos que puedan ayudarnos

La práctica de ejercicio y deporte nos ayudan a regular el sueño y a proteger la cognición, entre otros beneficios. Lo más aconsejable es, si se puede, realizarlo al aire libre para obtener vitamina D, la cual contribuye a evitar la depresión y también a mejorar la calidad del sueño.

 

¿Qué más podemos hacer?

A algunas personas les puede ayudar disminuir el tiempo que dedican a escuchar o leer noticias con información de carácter negativo. También es importante rebajar nuestro nivel de autoexigencia y aprender a priorizar para evitar el desgaste. Hay que poder distinguir lo que es importante y lo que es urgente, lo que es primordial y lo que es secundario, etc. Además, deberíamos focalizarnos en valorar y agradecer todo aquello que sí está bien en nuestra vida, no perderlo de vista y disfrutarlo. No obstante, si el estrés se vuelve crónico o la angustia y la ansiedad se hacen insoportables, la persona debería buscar la ayuda de un especialista.

El pasado 11 de mayo reabrimos el centro para las terapias presenciales individuales. Por favor, si vas a pedir cita, lee las medidas sanitarias y protocolos de higiene y seguridad que hemos implementado en el centro para evitar la transmisión cruzada de Covid-19 entre nuestro personal y los pacientes. Para los pacientes que viven fuera de Barcelona, seguimos realizando las terapias online. Si quieres hacernos una consulta, puedes ponerte en contacto con el centro.

El estrés de la vuelta a la oficina es contagioso. Cómo evitarlo
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El estrés de la vuelta a la oficina es contagioso. Cómo evitarlo

Susana Lladó - Lladó Comunicación 18 octubre, 2021 Actualidad, Ansiedad, Emociones, Empatía, Gestión de emociones

La vuelta a la oficina tras año y medio de trabajo en remoto es una situación complicada a la que se están enfrentando muchas personas, incluso aquellas cuyas empresas están optando por un modelo híbrido. Las patologías psicológicas están aumentando a causa de la covid y se hacen más visibles en el mundo laboral. Después de adaptarse a trabajar desde casa, ahora hay que afrontar una nueva adaptación que incluye la preocupación por la salud y la seguridad, la conciliación, volver a tener contacto directo con compañeros y jefes con los que no hay una buena relación, etc.

Qué es el contagio emocional

En un artículo publicado recientemente en El País, Jordi Badal  – profesor de Finanzas de la Business School y responsable de Recursos Humanos de la Agència Catalana de Notícies– decía que los cambios que tendrán que hacer las empresas necesitarán líderes diferentes que se comporten más como un coach emocional que como un capataz. Y es que el estrés es contagioso. Se sabe que los sistemas nerviosos humanos se sincronizan y que se da un efecto psicológico llamado contagio emocional: captamos las emociones de los demás e imitamos de forma natural e inconsciente los comportamientos y expresiones de las personas con las que pasamos mucho tiempo.

Cómo gestionar mejor el estrés de la vuelta a la oficina

Absorber las emociones y preocupaciones de los demás solo aumenta la angustia general y afecta al propio bienestar. ¿Cómo protegerse en estas circunstancias? La autora del libro Confíe en usted mismo: deje de pensar demasiado y canalice sus emociones para el éxito en el trabajo, Melody Wilding, ofrece 6 claves en un artículo publicado en Harvard Business Review. Aunque las claves van dirigidas a los gerentes de empresa, son aplicables a cualquier persona de una organización. Las hemos resumido en cinco puntos.

Monitorea tu estado emocional a lo largo de la jornada

A lo largo de la jornada, revisemos periódica y conscientemente nuestras emociones: ¿cuáles son? ¿cómo las estamos manifestando en las interacciones con los otros? ¿las trasladamos al tono en el que nos dirigimos a los demás? ¿qué sentimientos expresan? Recordemos que las emociones se contagian, por lo que cada trabajador de una empresa es un inductor de estado de ánimo. Podemos contribuir con el nuestro de manera positiva o negativa a la atmósfera general.

Si en una conversación o reunión estamos demasiado nerviosos o ansiosos, podemos utilizar la técnica de la corregulación. Esta técnica consiste, básicamente, en calmarse conscientemente. Si nosotros nos tranquilizamos, probablemente, nuestro estado calmado tendrá un efecto beneficioso en los demás. La corregulación se puede utilizar también cuando es el otro el que está alterado: hay que respirar profundamente, ralentizar la respiración, hablar más lentamente, adoptar una postura corporal más relajada, etc.

Empatizar, sí; internalizar, no

¿Cuál es la diferencia? Tal como se explica en la revista de psicología Iztacala: «La empatía es fundamental tanto para el desarrollo moral como para la supervivencia del individuo en el contexto social. Empatizar implica ponerse en el lugar de los demás, reconocer e interpretar sus sentimientos y pensamientos, pero sin llegar a sentir lo mismo. Así, cuando el estado emocional del otro induce en nosotros la misma emoción se produce el contagio emocional». Hay que evitar adentrarse en los pensamientos negativos de los demás. En cambio, sí debemos utilizar la empatía para atender las inquietudes de los otros sin que nos pasen su ansiedad, fomentar la resolución de problemas mediante la formulación de preguntas abiertas y validar todo lo positivo de nuestros compañeros o subordinados.

Visualiza un límite entre los otros y tú

A muchas personas les afectan durante horas o días los sentimientos residuales que dejan las interacciones con los otros. La autora del artículo recomienda el método de la visualización para crear una separación y protegerse de sus emociones: por ejemplo, imaginar que hay un vidrio que nos separa del compañero, jefe o subordinado. Este vidrio impide que sus reacciones lleguen hasta nosotros y puedan afectarnos.

Aprovecha la parte positiva del contagio emocional

Según las investigaciones en psicología, se necesitan cinco interacciones positivas para superar una negativa. A lo largo de una jornada laboral tenemos decenas de oportunidades para construirlas: en nuestra manera de redactar los correos electrónicos (deseándole a la otra persona que tenga un buen día, por ejemplo), elogiando el trabajo de otro, reconociendo sus contribuciones, empezando las reuniones valorando lo que se ha hecho bien, dirigiéndonos a los demás con una sonrisa, etc. ¡Aprovechemos la vuelta a la oficina para modificar hábitos y beneficiarnos de la parte positiva del contagio emocional!

Pon en práctica un ritual de transición para desconectar del trabajo

Es inevitable que en el trabajo ocurran cosas que, a veces, alteren nuestro estado de ánimo, pero esto no significa que debamos permitir que nos acompañen a casa. Una manera de no arrastrarlas con nosotros es crear un ritual de limpieza del día que simbolice la transición del trabajo al tiempo personal. A cada persona le funcionará uno en particular: cambiarse de ropa, ir a clases de baile, escuchar un programa de radio determinado mientras se vuelve a casa en coche, etc. Lo importante es hacer la transición para cuidarse, protegerse uno mismo y estar en las mejores condiciones para volver a la oficina al día siguiente. Recordemos que no siempre depende de nosotros lo que ocurre en nuestro entorno, pero sí está en nuestras manos decidir cómo reaccionamos a lo que ocurre. Si nuestra reacción es positiva,  contribuiremos a que se produzcan cambios de mejora en toda la organización.

Los filtros de las redes sociales y el trastorno dismórfico corporal
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Los filtros de las redes sociales y el trastorno dismórfico corporal

Susana Lladó - Lladó Comunicación 4 agosto, 2021 Actualidad, Ansiedad, Emociones, Felicidad, Gestión de emociones, Redes sociales, Trastorno dismórfico corporal

Qué es el trastorno dismórfico corporal

El trastorno dismórfico corporal (TDC) es una enfermedad que se caracteriza por tener una preocupación excesiva por defectos percibidos en la apariencia física que o no son evidentes o son levemente visibles a otras personas. Esta preocupación por la propia apariencia provoca angustia, depresión, ansiedad y un deterioro en el desempeño social, laboral, académico o de otros aspectos funcionales.

El TDC se incluye dentro de los trastornos obsesivos compulsivos, comienza generalmente en la adolescencia y en los últimos años su incidencia está aumentando, sobre todo, entre las mujeres jóvenes debido, fundamentalmente, al auge de las influencers y al uso de los filtros de belleza disponibles en algunas redes sociales.

Asimismo, el hecho de que ahora nos comuniquemos más mediante videollamadas provoca que nos observemos con mayor detenimiento y frecuencia que antes. En algunas personas, estar tan pendiente de su imagen constituye un factor de riesgo, ya que puede distorsionar la percepción que tienen de sí mismas.

Los filtros de las redes sociales y el trastorno dismórfico corporal

Síntomas principales del trastorno

Los síntomas del trastorno dismórfico corporal pueden desarrollarse gradualmente o de manera repentina, la intensidad puede variar y, aunque las preocupaciones suelen afectar típicamente a la cara, también pueden afectar a cualquier parte del cuerpo.

Los principales síntomas son:

  • Ansiedad
  • Baja autoestima
  • Pensamientos obsesivos
  • Perfeccionismo
  • Sentimientos de inferioridad y vergüenza
  • Conductas repetitivas y excesivas, como mirarse constantemente en el espejo y comparar la propia apariencia con la de otras personas, o evitar mirarse.
  • Creer, erróneamente, que la gente los observa con atención o que se burlan de ellos a causa de sus supuestos defectos.
  • Empeoramiento del rendimiento académico o laboral
  • Aislamiento social
  • Aseo excesivo
  • Buscar aprobación de los defectos percibidos
Los filtros de las redes sociales y el trastorno dismórfico corporal_Centro de lateralidad y psicomotricidad Joëlle Guitart

La alerta de los especialistas

Los especialistas están alertando sobre el efecto que algunas redes sociales basadas en imágenes están teniendo en las mujeres jóvenes. Plataformas como Instagram y Snapchat tienen integrada una herramienta conocida como filtros de belleza mediante la cual el usuario puede editar sus fotografías: uno puede alisar y suavizar el aspecto de su piel haciendo desaparecer imperfecciones, realzar sus labios y pómulos, agrandar sus ojos, retocar la nariz y la línea de la mandíbula, etc. Es decir, estas plataformas permiten alterar el aspecto real de uno para dar una imagen que se ajuste más al ideal de belleza que nos ofrece la publicidad.

El problema es que estos filtros de belleza y los “Me gusta” que reciben las fotografías alteradas afectan la percepción que las personas tienen de sí mismas, de lo que es la belleza y de la imagen corporal. Así lo demuestra, por ejemplo, un estudio al respecto publicado por CSUSB ScholarWorks de la Universidad Estatal de California. Este estudio también explica que, como consecuencia, muchas usuarias deciden someterse a la cirugía plástica con el objetivo de conseguir el aspecto que obtienen tras aplicar los filtros de belleza (esta tendencia se denomina dismorfia de Snapchat).

En un artículo publicado en The Conversation se explica que la Sociedad Estadounidense de Cirugía Plástica ha informado que “cada vez son más los pacientes que llegan a las clínicas con sus propias fotos alteradas con estos filtros”, a diferencia de lo que ocurría hace unos años, cuando los pacientes solían acudir a los cirujanos enseñándoles fotos de actores o modelos, o limitándose a describirles qué cambios deseaban realizarse. El artículo también señala que en España, 1 de cada 10 pacientes llega a consulta “estimulado por sus propias imágenes modificadas a través de alguna red social y el consiguiente aplauso de sus seguidores”. Por otra parte, algunas de las peticiones de estas personas son imposibles de conseguir mediante la cirugía, lo que causa depresión e incluso estrés postraumático en muchos casos.

Los filtros de las redes sociales y el trastorno dismórfico corporal

En el Reino Unido, el organismo de autocontrol publicitario (ASA) ya ha advertido de que el uso desmesurado que hacen muchas influencers de los filtros de belleza a la hora de promocionar cosméticos no solamente incurre en la práctica de la publicidad engañosa, sino que contribuye al desarrollo del trastorno dismórfico corporal entre este grupo de población que tiene entre 15 y 30 años.

En lugar de promover un concepto de belleza basado en la confianza en uno mismo, en sentirse a gusto en la propia piel y en la actitud positiva (no hay cirugía ni filtros que superen los resultados de irradiar felicidad), seguimos aceptando y fomentando la ocultación de cualquier defecto como si la belleza fuera sinónimo de perfección y dependiera exclusivamente de los rasgos faciales y una talla 38.

Afortunadamente, cada vez hay más marcas que apuestan por crear campañas publicitarias que fomentan el amor propio de las mujeres en lugar de hacerlas sentir mal por sus imperfecciones, reales o no. Y es que el trastorno dismórfico corporal no es un asunto que debamos atribuir exclusivamente a ciertas personalidades propensas a presentarlo eximiéndonos de cualquier responsabilidad: cada vez que le damos un “like” a una fotografía que a todas luces ha pasado por el filtro de la manipulación estamos promoviéndolo como sociedad. Apoyemos la diversidad, la diferencia, la naturalidad ,la autenticidad y el bienestar que se trasluce en belleza.

Otras fuentes:

https://afemefa.com/dismorfia-corporal-sintomas-tratamiento/

https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/trastorno-obsesivo-compulsivo-y-trastornos-relacionados/trastorno-dism%C3%B3rfico-corporal

¿Cuál es la diferencia entre estrés y ansiedad?
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¿Cuál es la diferencia entre estrés y ansiedad?

Centro de lateralidad y psicomotricidad Joelle Guitart 24 mayo, 2021 Ansiedad, Estrés crónico

Debido a la crisis sanitaria de la COVID-19, en el último año se ha producido un incremento del estrés y la ansiedad en la población a causa del miedo al contagio, la incertidumbre económica y la falta de relaciones sociales. Este incremento no excluye ni siquiera a los niños: se ha demostrado un aumento de síntomas depresivos y ansiosos entre la población infantil que está relacionado con la reducción de la interacción social y la disminución de las actividades fuera de los domicilios.

La diferencia entre estrés y ansiedad no es tan obvia

Sin embargo, no siempre es tan obvia la diferencia entre estrés y ansiedad, e identificar bien esta diferencia puede ser muy útil a la hora de pedir la ayuda de un profesional.

Tanto el estrés como la ansiedad son respuestas emocionales, pero así como el estrés es una respuesta fisiológica a un desencadenante externo (factor estresante) que no nos vemos capacitados para superar, la ansiedad tiene un elemento cognitivo, además de ser una respuesta fisiológica; es decir, la experimentamos tanto en nuestra mente como en nuestro cuerpo.

La ansiedad se caracteriza por tener preocupaciones excesivas y persistentes que no cesan ni siquiera cuando lo hace el factor estresante, así como por una mayor intensidad psicológica y emocional que el estrés.

La causa desencadenante del estrés puede ser algo que nos cause preocupación a corto plazo ―como la fecha límite de entrega de un informe de trabajo―o a largo plazo. En cualquier caso, el estrés puede provocar tanto síntomas mentales como físicos: irritabilidad, ira, fatiga, dolor muscular, problemas digestivos y problemas de insomnio. Estos síntomas son casi idénticos a los de la ansiedad, de ahí que a veces nos resulte complicado distinguir la diferencia entre estrés y ansiedad. Esta última se define por un sentimiento de inquietud, irritabilidad, dificultad para concentrarse, problemas de insomnio, fatiga y tensión muscular, incluso en ausencia de un estímulo claro.

No obstante, así como el estrés es un proceso de adaptación al medio, la ansiedad en una reacción emocional de alerta general que se desencadena cuando pensamos que estamos en peligro (exista amenaza real o no).

Si el estrés o la ansiedad son leves, lo más probable es que podamos gestionarlos introduciendo actividad física en nuestra vida diaria, siguiendo una dieta equilibrada y con una buena higiene de sueño. No hay que olvidar que la ansiedad y el estrés, cuando no superan ciertos umbrales, son necesarios para nuestra supervivencia, ya que nos permiten reaccionar a los desafíos que se nos presentan en la vida. Pero si  los sentimientos de ansiedad perduran y llegan a afectar negativamente a nuestro funcionamiento diario y estado de ánimo, es probable que se trate de un trastorno de ansiedad, como la agorafobia, el trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico (ataques repentinos de ansiedad acompañados de sudoración, mareos y sensación de falta de aire), ansiedad social (miedo a las situaciones sociales), etc. Y si es estrés permanece obligando a nuestro cuerpo a quedarse en estado de lucha o huida continuamente porque el problema que lo causa no se resuelve, entonces estaremos experimentando estrés crónico, el cual afecta gravemente a la salud.

Una de las funciones de un terapeuta consiste, precisamente, en identificar si la persona puede tener un trastorno de ansiedad o estar experimentando estrés crónico. Y, en ambos, casos, ayudarla a comprender lo que está experimentando y proporcionarle las herramientas necesarias para afrontarlos.

Fuentes :

https://www.uma.es/media/files/tallerestr%C3%A9s.pdf

https://www.apa.org/topics/stress/anxiety-differencehttps://mejorconsalud.as.com/las-5-grandes-diferencias-la-ansiedad-estres/

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Desde que se decretaron las nuevas medidas de restricción de la movilidad a finales de octubre, en el centro tramitamos los justificantes de desplazamiento a los pacientes y a sus acompañantes. Si vas a pedir cita, por favor, solicítanos el justificante. Una de las excepciones a las limitaciones de movilidad vigentes son los desplazamientos, debidamente justificados, a centros y establecimientos sanitarios y sociales.

Psicoterapia para la soledad: cuándo es necesaria_Centro de Lateralidad y Psicomotricidad Joëlle Guitart
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Psicoterapia para la soledad: cuándo es necesaria

Susana Lladó - Lladó Comunicación 18 mayo, 2020 Ansiedad, Ansiedad social, Confinamiento por coronavirus, Covid-19, Soledad

La psicoterapia para la soledad va dirigida a quienes se sienten solos, no a quienes están solos

Al abordar el tema de la soledad se hace necesario distinguir entre estar solo y sentirse solo, ya que la soledad, per se, no debería tener ninguna connotación negativa. Todos sabemos que podemos estar acompañados o rodeados de mucha gente y sentirnos tremendamente solos, de la misma forma que podemos estar solos y sentirnos estupendamente bien, bien acompañados por nosotros mismos.

Psicoterapia para la soledad: cuándo es necesaria

De hecho, todos necesitamos estar solos. Estar en soledad nos permite conectar con nuestros propios sentimientos, reequilibrarnos, reflexionar sobre lo que nos importa, encontrar el espacio para ser creativos, etc. Es decir, la soledad es un estado necesario que puede reportarnos un gran enriquecimiento personal. El problema surge cuando nos sentimos solos, ya sea estando solos o estando acompañados, porque sentirse solo es un sentimiento que tiene repercusiones psicológicas, mentales y emocionales y, por tanto, puede afectar a nuestro bienestar si cursa en pensamientos recurrentes, ansiedad, miedos o apatía, por ejemplo.

Causas del sentimiento de soledad

El sentimiento de soledad es un fenómeno psicológico complejo que tiene su base en una emoción intensa que puede estar provocada por causas muy diversas. Independientemente de cual sea la causa, lo cierto es que la persona que se siente sola experimenta tristeza, pena profunda o melancolía por la ausencia o falta de relación con una o más personas.

Psicoterapia para la soledad: cuándo es necesaria_Centro de Lateralidad y Psicomotricidad Joëlle Guitart

Actualmente, el uso excesivo de las redes sociales que deja al margen el contacto personal con los otros impidiendo la intimidad que nos permite establecer relaciones de calidad puede generar un gran sentimiento de soledad. Hay muchas personas que están viviendo una vida virtual. Jóvenes y adultos. Aislarse en este mundo paralelo provoca conductas disfuncionales, un aislamiento social paulatino y la pérdida de contacto con la realidad, lo cual va aumentando progresivamente el sentimiento de soledad.

El duelo por la pérdida de un ser querido o un cambio brusco en nuestra vida, como la jubilación, un divorcio o el confinamiento al que estamos sometidos actualmente, también pueden ocasionar este sentimiento de vacío y soledad. En otros casos, en cambio, la causa la encontramos en aspectos previos relacionados con la propia personalidad: personalidades dependientes que necesitan un contacto continuo con alguien en particular y que, cuando no lo obtienen, se aíslan y lo viven sintiéndose solos; personas con pocas habilidades sociales que no han hecho el esfuerzo de aprender a establecer relaciones interpersonales, personas con traumas o con diferentes tipos de miedos, o personas que han tenido malas experiencias al relacionarse con los otros y esto les ha generado inseguridades, baja autoestima y, finalmente, la decisión de aislarse socialmente.

Sintomatología

En la práctica clínica, los síntomas más comunes que observamos son:  angustia, ansiedad, tristeza, melancolía, depresión (por la tristeza y la melancolía), apatía, insomnio y abuso de sustancias (para intentar contrarrestar dichas emociones, conciliar el sueño y abstraerse de la realidad).

Psicoterapia para la soledad: aprender a gestionar este sentimiento

Psicoterapia para la soledad: cuándo es necesaria_Centro de Lateralidad y Psicomotricidad Joëlle Guitart

El sentimiento de soledad no nos define como personas

«Uno de los puntos clave que trabajamos en psicoterapia con estos pacientes es la aceptación del sentimiento de soledad como lo que es: un sentimiento que se experimenta durante un tiempo más o menos prolongado, pero que no define a la persona, ya que no es una realidad fija. Es decir, hay que romper la identificación que hace la persona con esa realidad en la que se siente sola: que nos sintamos así, no significa que seamos así. Es fundamental que los pacientes aprendan esta distinción», explica el terapeuta de nuestro centro Luis Elías.

El cambio requiere acción

Otro aspecto fundamental es no encerrarse en uno mismo y evitar posponer o cancelar compromisos sociales por timidez, fobias, inseguridades, etc. Aunque no apetezca o nuestros pensamientos nos digan que somos incapaces, hay que establecer nuevas relaciones sociales y cultivar las amistades que se tengan. Es muy positivo aceptar cada invitación que nos hacen, cada plan que nos proponen: puede ser que no vaya bien, pero también puede ser que sí. Además, tampoco hace falta ser el protagonista de un evento social: basta con participar y dejar que las cosas fluyan. Nunca sabemos a quién podemos conocer. Asimismo, hay que tener presente que cuando uno muestra interés por los demás, también provoca interés hacia sí mismo.

«Cambiar una situación requiere esfuerzo y actuar. No es un camino fácil, ya que habrá barreras y aparecerán las inseguridades porque la persona no está acostumbrada, pero estas barreras se superan. Incluso ahora, en época de confinamiento, disponemos de muchos recursos online: cursos, actividades, posibilidad de organizar una comida o una cena con amigos o con la familia, etc. Y es bueno tener presente que hay muchas más personas en la misma situación de uno. Tuve un paciente que era una persona absolutamente solitaria, pero buscamos sitios web adecuados y encontró personas afines a él para practicar hobbies. Al final, él mismo creó varios grupos de actividades y hoy en día tiene amigos y novia. Para que haya cambios, tiene que haber acción», señala Elías.

Detectar los pensamientos disfuncionales

Un tercer aspecto del trabajo que se hace en psicoterapia para la soledad es detectar los pensamientos disfuncionales que no ayudan y que son recurrentes, como«Yo siempre estaré solo» o «Yo nunca conoceré a alguien».

Este tipo de pensamientos no son comprobables, no se puede tener ninguna certeza sobre ellos. Lo que sí sabemos con certeza es que la apreciación que uno hace de su realidad puede ser muy subjetiva. Por ejemplo, ahora, durante el confinamiento, muchas personas se sienten solas, pero sería positivo revisar este sentimiento porque, quizá, de hecho, no lo están. Quizá tienen esta percepción porque han dejado de trabajar, realizan menos actividades, tienen más tiempo libre y menos contacto visual con otras personas, pero siguen teniendo los mismos amigos y familia, los cuales les pueden dar apoyo. Que se haya agudizado su sentimiento de soledad puede deberse exclusivamente al cambio brusco que supone el confinamiento.

«En terapia hay un trabajo psicoterapéutico de cambiar los pensamientos disfuncionales, como la desvaloración personal y poner sobre la mesa todas aquellas cualidades y aptitudes que tiene el paciente y que pueden ser apreciadas por los otros. Quizá el miedo a salir al mundo y relacionarse puede deberse a malas experiencias previas, pero sea cual sea la causa, se puede cambiar la situación actuando, haciendo; creando experiencias positivas, siendo consciente de que uno puede ser una persona interesante para los demás», concluye Elías.

Terapias presenciales y online

El pasado 11 de mayo reabrimos el centro para las terapias presenciales individuales. No obstante, si prefieres iniciar tu terapia online, puedes ponerte en contacto con el centro para consultar la disponibilidad de horarios.
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¿Dudas de tus capacidades? hablamos del síndrome del impostor

Susana Lladó - Lladó Comunicación 17 febrero, 2020 Ansiedad, El síndrome del impostor, Emociones, Miedos, Perfeccionismo

Qué es el síndrome del impostor

El síndrome del impostor es un problema psicológico que afecta hasta al 70 % de las personas en algún momento de su vida, según un estudio publicado en International Journal of Behavorial Science, por lo que es bastante probable que identifiques sus síntomas.

Síntomas del síndrome del impostor

A pesar de tener una buena trayectoria profesional, de haber conseguido buenos resultados académicos y de que elogien tus habilidades y capacidades a menudo, ¿has pensado alguna vez que no eres merecedor/a de tus logros? ¿Has sentido en el trabajo que eres un fraude? ¿Has pensado que tus habilidades no son dignas de reconocimiento? ¿Crees a menudo que no estás a la altura? ¿Piensas que lo que consigues se debe más a la suerte que a tu inteligencia? ¿Te aterra el fracaso? Este sentimiento interno de fraude basado en miedos infundados es lo que se conoce en psicología como el síndrome del impostor.

¿Dudas de tus capacidades? hablamos del síndrome del impostor

Einstein, Maya Angelou y Michelle Obama, entre las personas afectadas

Personas tan intelectualmente brillantes como Albert Einstein y Maya Angelou lo padecieron. El físico llegó a describirse a sí mismo como un estafador involuntario, cuyo trabajo no merecía tanta atención como la que había conseguido. Y la premiada escritora dudaba constantemente de que se hubiera ganado el reconocimiento que obtuvieron sus obras. ¿Un ejemplo más próximo en tiempo? Michelle Obama inauguró una conferencia hace aproximadamente un año reconociendo, ante la sorpresa del auditorio, que todavía sufría este síndrome (la ex primera dama logró acceder a Harvard a pesar de haber nacido en una familia sin muchos recursos económicos, entre los muchos méritos que ha acumulado en su vida).

Todos somos susceptibles a un fenómeno conocido como ignorancia pluralista: dudamos de nosotros mismos en privado, pero creemos que esto solamente nos pasa a nosotros porque nadie más expresa este tipo de dudas.

Un síndrome silenciado

El síndrome del impostor fue identificado por la doctora Pauline Clance en 1978 a partir de observaciones clínicas realizadas durante sesiones terapéuticas con mujeres de alto rendimiento. Aunque en todos los casos había datos objetivos que avalaban su merecido éxito, estas mujeres habían tenido experiencias psicológicas marcadas por la creencia de que eran intelectualmente un fraude y por el temor a ser descubiertas como impostoras. Sufrían ansiedad, miedo al fracaso, angustia e insatisfacción con la vida.

Este síndrome no es una enfermedad ni una anormalidad. Tacharlo de poco común sería minimizar lo universal que es, ya que no afecta exclusivamente a personas altamente cualificadas. Tampoco está ligado necesariamente a la depresión, a la ansiedad o la autoestima, tal como se explica en un vídeo que recientemente han publicado en TED Talks.  Entonces, ¿de dónde proceden estos sentimientos de fraude?

Todos somos susceptibles a un fenómeno conocido como ignorancia pluralista: dudamos de nosotros mismos en privado, pero creemos que esto solamente nos pasa a nosotros porque nadie más expresa este tipo de dudas. “Dado que es difícil saber realmente cuán duro trabajan nuestros compañeros, si encuentran muy difíciles ciertas tareas o hasta qué punto dudan de ellos mismos, no hay una manera fácil de descartar los sentimientos de que somos menos capaces que las personas que nos rodean”, se explica en el vídeo.

¿Dudas de tus capacidades? hablamos del síndrome del impostor

Aunque es cierto que este síndrome suele afectar a personas muy perfeccionistas que continuamente se están subiendo su propio listón de retos, también es cierto que el modelo de sociedad en el que vivimos contribuye a padecerlo: hay una tendencia a medirnos, y a medir a los demás, por los logros; a no reconocer los méritos de los otros (con lo cual no obtenemos un feedback objetivo de nuestras competencias), y también prevalece la idea de que debemos ocultar nuestros miedos, como si estos fueran un signo de debilidad, en lugar de entender que es muy saludable compartirlos. De hecho, la mejor forma de enfrentarse a este síndrome es hablar de él y constatar que otras personas experimentan o han experimentado los mismos sentimientos.

Os recomendamos leer el artículo El síndrome del impostor: por qué Michelle Obama piensa que su carrera es un fraude que publicó hace un año El País. En él se menciona a diversos altos directivos de grandes compañías norteamericanas que han hablado de este problema públicamente; una actitud que difiere de la que suele predominar entre los directivos españoles.

Otras fuentes:

Sakulku, J. (1). The Impostor Phenomenon. The Journal of Behavioral Science, 6(1), 75-97. https://doi.org/10.14456/ijbs.2011.6

Las consecuencias de la falta de respeto en el ámbito laboral
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Las consecuencias de la falta de respeto en el ámbito laboral

Susana Lladó - Lladó Comunicación 7 febrero, 2020 Actualidad, Ansiedad, Motivación

El escenario laboral, caldo de cultivo para la falta de respeto

En España, como en muchos otros países, el número de parados, la temporalidad y la precariedad siguen protagonizando el mercado laboral. Esta realidad crea un clima de incerteza y competitividad que, en las organizaciones con una deficiente cultura de empresa, se convierte en caldo de cultivo para las malas prácticas; entre ellas, la falta de respeto a los trabajadores (en sus múltiples formas).

La ansiedad y la depresión, la primera causa de baja laboral en España

Las consecuencias de la falta de respeto en el ámbito laboral

A este escenario hay que sumar la presión que el uso de las nuevas tecnologías ejerce en la mayoría de los empleados: todo hay que entregarlo urgentemente y se espera que uno esté permanentemente conectado y disponible. No es de extrañar que, en España, la ansiedad y la depresión ya sean la primera causa de baja laboral, según la Organización Mundial de la Salud; que seamos el país líder en consumo de ansiolíticos y que el estrés afecte a más de la mitad de los trabajadores, según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el trabajo (OSHA).

Consecuencias de la falta de respeto en el ámbito laboral

Consecuencias de la falta de respeto en el ámbito laboral

El trabajo debería ser un factor de bienestar para las personas, ya que a través de él también nos desarrollamos como individuos. Y, en condiciones normales, el reconocimiento al trabajo bien hecho debería contribuir a mejorar nuestra autoestima y constituir una motivación para seguir desempeñando bien nuestras funciones. Sin embargo, cuando en una empresa la comunicación no es la adecuada, cuando se limita la participación en la toma de decisiones, hay sobrecarga de trabajo, los horarios dejan de existir, las responsabilidades no están bien definidas o se incurre en comportamientos de falta de respeto a los trabajadores (de hecho, las anteriores prácticas ya lo son), las consecuencias no solo afectan a la plantilla, también son muy perjudiciales para la propia empresa: las pérdidas económicas anuales que se derivan son cuantiosas.

En un podcast de Harvard Business Review dedicado específicamente a la falta de respeto en el trabajo, varios especialistas han analizado el tema. Estas son las ideas principales:

  • Dado que el trabajo influye en nuestra identidad y, por tanto, en cómo nos percibimos, las señales respetuosas en el entorno profesional son señales importantes de valor social y constituyen un mecanismo de retroalimentación, y un catalizador, en esta construcción de nuestra identidad.
  • Cuando en una empresa se dan comportamientos irrespetuosos, está demostrado que los empleados disminuyen su creatividad. Asimismo, la mitad de ellos disminuye deliberadamente su esfuerzo o la calidad de su trabajo.
  • La falta de respeto también daña las relaciones con los clientes. Una investigación demuestra que la probabilidad de que las personas compremos o utilicemos los servicios de una empresa disminuye estrepitosamente cuando percibimos rudeza, descontento, o incluso grosería, tanto hacia nosotros como entre los empleados. Es más, ser testigo de una sola interacción desagradable lleva a los clientes a generalizar sobre otros empleados, la organización y la marca.
  • La falta de respeto también es una de las principales causas por las que muchos trabajadores se cansan de la situación y deciden abandonar una empresa.
  • Aunque un trabajador esté satisfecho con su salario y perspectivas de promoción, si no se siente apreciado, dejará de disfrutar de su trabajo (todos los gerentes de empresa deberían saber que hasta los pequeños gestos importan).
  • Las personas que se sienten infravaloradas en el trabajo tienen más probabilidades de agotarse y participar en comportamientos laborales contraproducentes, como el absentismo, el robo y el sabotaje.

Aunque vivamos en una época laboralmente complicada en la que las empresas pueden escoger entre numerosos candidatos para un puesto de trabajo, es un grave error (miopía empresarial) pensar que no va a tener consecuencias contraproducentes no cuidar debidamente a los trabajadores ni mostrarles nuestro reconocimiento; sobre todo, a los valiosos (el respeto lo merecen todos). Y estas consecuencias van más allá del coste económico de las bajas o de tener que formar a nuevos empleados. Es una sandez liderar una empresa aplicando el criterio “nadie es insustituible”. Las personas implicadas, motivadas, brillantes, las que aportan una visión de la que otros carecen, que empujan, que hacen seguimiento de los proyectos, que tienen una formación multidisciplinar, que detectan los fallos en los procesos y contribuyen a mejorarlos, que saben adaptarse a los cambios,  que son leales, etc., son el valor más importante de una organización. Y estas personas, no lo olvidemos, sí serán vistas como imprescindibles por otras empresas gestionadas por líderes que saben lo valiosas que son.

¿Cómo nos comunicamos en el trabajo? ¿Sabemos pedir las cosas? ¿Sabemos gestionar nuestro propio estrés, o proyectamos en los demás nuestra ansiedad? ¿Creamos equipos de trabajo cohesionados o utilizamos a los otros? ¿Somos de los que ninguneamos o de los que reconocemos el trabajo ajeno? ¿Damos las gracias cuando corresponde? ¿Contribuimos a crear un buen ambiente de trabajo o lo tensionamos? ¿Tenemos las habilidades necesarias para motivar a los demás o solo nos quejamos y esperamos que sean los demás los que nos motiven a nosotros? ¿Sabemos delegar? ¿Hacemos autocrítica?¿Cómo vamos de resiliencia?

El caso de Alex, un niño con 3 cruces de lateralidad_Centro de lateralidad y psicomotricidad Joëlle Guitart
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El caso de Alex, un niño con 3 cruces de lateralidad

Centro de lateralidad y psicomotricidad Joelle Guitart 3 enero, 2020 Ambidiestro, Ansiedad, Aprendizaje, Concentración, El trastorno de lateralidad, Hipotonía, Terapia de lateralidad

Exposición del caso


Por Joëlle Guitart

 

El caso de este paciente con 3 cruces de lateralidad, al que llamaremos Alex, es particularmente reseñable debido a una serie de factores que iré exponiendo.

Alex nació con 38 semanas, lo que le ocasionó un aplanamiento del lado izquierdo de la cabeza. Para corregir la forma del cráneo tuvo que llevar un casco ortopédico desde los 8 meses hasta los ocho años; un hecho que le marcó, al igual que otros factores que también iremos viendo.

Cuando hace tres años vino por primera vez a la consulta con sus padres, tenía siete años y estaba cursando primero de Primaria en una escuela normal. Sin embargo, y a pesar de tener unos padres excepcionales que le daban todo su apoyo y con los que siempre ha tenido muy buena relación, el niño presentaba importantes problemas cognitivos y emocionales.

Fue la tutora del niño la que les recomendó nuestro centro a los padres. En su informe constaba que Alex tenía muchos problemas de lentitud y concentración, que se distraía con mucha facilidad, que no había adquirido la mecánica lectora y, por tanto, tampoco la retención lectora, y que tenía muchas dificultades con las matemáticas
El caso de Alex, un niño con 3 cruces de lateralidad_Centro de lateralidad y psicomotricidad Joëlle Guitart

Durante la primera visita, los padres relataron que, anteriormente, lo habían llevado a un centro psicopedagógico en el que le habían diagnosticado lateralidad cruzada y en el que estuvo trabajando sin ningún resultado sus dificultades con la lectoescritura y las matemáticas. Al no haber avances, y dado que Alex tenía cada vez más problemas de infravaloración, lo derivaron a una psicóloga. Pero la terapia tampoco le ayudó.

Fue la tutora del niño la que les recomendó nuestro centro a los padres. En su informe constaba que Alex tenía muchos problemas de lentitud y concentración, que se distraía con mucha facilidad, que no había adquirido la mecánica lectora y, por tanto, tampoco la retención lectora, y que tenía muchas dificultades con las matemáticas.

La anamnesis y el test de lateralidad confirmaron el informe de la tutora y mostraron, asimismo, otras dificultades importantes:

El niño escribía con la mano derecha, aunque con una tendencia a coger el lápiz y a comer con la izquierda. Presentaba una ambidiestría 55 % derecha, 45 % izquierda.

El test también mostró que tenía el ojo izquierdo vago y que era diestro de ojo. De hecho, llevó un parche en el ojo derecho hasta la Navidad de 2017. Además, padecía hipermetropía en ambos ojos, astigmatismo y desviación del ojo izquierdo.

A estas dificultades hay que añadir una hipotonía, un problema de obesidad (acudía al endocrino desde los 11 meses), así como pies planos y anchos (tenía que llevar plantillas y calzado especial).

En cuanto a las dificultades cognitivas y de aprendizaje, los resultados del test de lateralidad que le realizamos en el centro determinaron que tenía un nivel de escritura de un niño dos años menor, que presentaba una dificultad notable para comprender el aspecto abstracto de las matemáticas, que era incapaz de sumar y restar, separa las sílabas y las palabras de manera incorrecta al escribir y hacía los números en espejo (en lugar de escribir 71, escribía 51).

Respecto a sus relaciones sociales, en el colegio, los otros niños se reían de él por el casco ortopédico que se veía obligado a llevar y por su obesidad. Lo insultaban, le llamaban loco y era apartado de cualquier juego y actividad que organizaran. A pesar de ello, Alex se mostraba sociable con los niños de menor edad y con los adultos. No obstante, había un cuadro de ansiedad e hipersensibilidad, así como cierta agresividad hacia su madre.

En casa, contaba con toda la ayuda posible de sus padres. Y, aunque su padre se sentaba a diario con él para hacer los deberes juntos, cada tarde era un drama para Alex. Como su caligrafía era ilegible, tenía que repetir todos los trabajos que hacía en clase y, además, hacer los deberes del día. El niño lloraba de impotencia cada vez que se enfrentaba a estas tareas.

La recomendación de la escuela fue que repitiera primero de Primaria.

El test de lateralidad dio como resultado que Alex presentaba 3 cruces de lateralidad, con una retención neurofisiológica de un 38 %; lo que significa que su rendimiento cognitivo (y emocional) era tan solo de un 62 %. En cuanto a la tensión neuromuscular, presentaba hipotonía en miembros superiores e inferiores

Diagnóstico

El caso de Alex, un niño con 3 cruces de lateralidad_Centro de lateralidad y psicomotricidad Joëlle Guitart

El test de lateralidad dio como resultado que Alex presentaba 3 cruces de lateralidad, con una retención neurofisiológica de un 38 %; lo que significa que su rendimiento cognitivo (y emocional) era tan solo de un 62 %. En cuanto a la tensión neuromuscular, presentaba hipotonía en miembros superiores e inferiores. Asimismo, su edad ósea estaba dos años por debajo de lo que correspondía a su edad.

A continuación detallo su lateralización (recorridos sinápticos):

Brazo, mano: 65 derecho, 35 izquierdo.

Ojo: 60 derecho, 40 izquierdo.

Pierna estática: izquierdo (sin movimiento).

Pierna dinámica: 60 derecho y 40 izquierdo.

Oído: 55 derecho y 45 izquierdo.

Motricidad facial y cervicales: 45 derecho y 55 izquierdo.

La evolución era notable y el padre me preguntó si había disminuido la retención neurofisiológica en su hijo. Quería saber si Alex podría estudiar una carrera universitaria el día de mañana

Una terapia satisfactoria gracias a la implicación de todos los agentes

Álex finalizó la terapia el pasado mes de abril con unos resultados sumamente satisfactorios: la lateralización a la derecha se ha realizado en un 90 % (recordemos que ninguna persona está lateralizada homolateralmente al 100 %). En los próximos meses únicamente deberá realizar, como todos los pacientes a los que damos el alta, una serie de ejercicios en casa que, probablemente, aumenten algo más la lateralización, y le realizaremos, en intervalos de 5 meses, 3 controles más.

Quiero mencionar que si esta terapia se ha podido llevar a cabo de manera tan satisfactoria es porque ha habido una implicación significativa tanto del propio paciente, como de los padres, la tutora de Álex y el propio colegio, además de la de nuestro centro.

Desde el inicio, el paciente demostró una gran voluntad de resolver sus dificultades. Su autoexigencia positiva fue determinante. Del mismo modo, y paralelamente a la terapia, recibió clases de refuerzo en su colegio y trabajaba la autoestima tanto con una psicóloga de la escuela como en las sesiones del centro.

Al cabo de un mes y medio de empezar la terapia tuve un cambio de impresiones con los padres, como es habitual en el centro. Normalmente, con tan poco tiempo de sesiones los pacientes no han experimentado cambios mencionables: se trata de una reunión para comentar la adaptación del paciente al grupo y otras cuestiones de este tipo. Sin embargo, Alex ya había hecho algunos progresos: la grafía era algo mejor y se mostraba mucho más extrovertido. No obstante, la escuela comunicó que tendría que repetir curso.

El primer test de control lo realizamos en noviembre de 2017. Tras cinco meses de terapia, su evolución había sido más buena de lo normal y los resultados coincidían con los del informe de la escuela por esas fechas. Empezaba a entender mejor el contenido de las asignaturas e iba leyendo cada vez algo mejor, aunque todavía marcaba mucho las sílabas porque no entendía bien lo que leía, se cansaba al leer, la letra no se le entendía del todo bien y la falta de concentración y la dispersión seguían igual. Recomendé que siguiera con las clases de refuerzo.

Transcurridos cinco meses más, realizamos el segundo test de control. Alex había empezado a aprobar todas las asignaturas, aunque con cincos pelados. Los progresos eran buenos en la comprensión lectora, aunque tiene que trabajar la fluidez al leer (su comprensión oral y fluidez al hablar siempre había sido normal). Colaboraba más con la terapeuta del colegio, también se llevaba mejor con los otros pacientes del grupo de terapia del centro, la relación con sus compañeros del colegio había empezado a cambiar, entendía por qué había tenido que repetir curso, la tutora lo veía más integrado en clase, estaba menos ansioso, había adelgazado mucho y había empezado clases de judo.

La evolución era notable y el padre me preguntó si había disminuido la retención neurofisiológica en su hijo. Quería saber si Alex podría estudiar una carrera universitaria el día de mañana. Aunque yo había observado que, efectivamente, había disminuido, le explico que esta prueba no la vuelvo a realizar hasta el cuarto test de control, debido a que, normalmente, no se observan cambios significativos hasta entonces.

Los padres, por su parte, están tan sorprendidos con todo el proceso que temen que su hijo haga una regresión si no sigue haciendo la terapia en el centro; un temor que es natural y que suelen expresar muchos padres debido a todo el sufrimiento que han vivido. Sin embargo, como hemos explicado en repetidas ocasiones en los artículos que publicamos, hay que saber que una vez que el paciente se ha curado, ya no hay posibilidad de regresión
El caso de Alex, un niño con 3 cruces de lateralidad_Centro de lateralidad y psicomotricidad Joëlle Guitart

En el tercer test de control la buena evolución es general, en todos los aspectos, salvo en que persiste la ansiedad, los bloqueos asociados a ella y en que está mostrando un carácter dominante. No obstante, poco a poco el niño empieza a ser consciente de ello y se va mostrando más flexible.

De este periodo cabe destacar la mejora en la coordinación locomotora, la concentración, la lentitud, la estructuración rítmica, la memoria y la hipotonía, la cual ha disminuido en un 20 % tanto en los miembros superiores como en los inferiores. Los resultados más flojos están relacionados con el razonamiento abstracto.

La escuela y los padres corroboran esta buena evolución. Además, los padres me hacen saber que lo ven cada vez más independiente y maduro, y que duerme mucho mejor de lo que lo hacía anteriormente.

En marzo de 2018 realizamos el cuarto test de control. La ansiedad ya ha disminuido, hay un progreso notable en la memoria, mantiene la atención durante periodos de tiempo más largos, el sistema piramidal y extrapiramidal está cada vez más lateralizado homolateralmente a la derecha, la hipotonía sigue disminuyendo y físicamente está más ágil, aunque sigue con cierto sobrepeso.

Sin duda, Alex tiene más habilidades en el campo verbal que en el razonamiento matemático, pero es un niño inteligente y noble, dos factores que son determinantes para una buena evolución.
En este periodo, además de no haber ningún ítem de lateralidad estancado, el paciente ha llegado a una recuperación del 68 %; un resultado excelente en este punto de la terapia.

Seguimos trabajando hasta una recuperación del 80 % mientras sigue con las clases de refuerzo en la escuela y practica con sus padres la lectura cada día antes de acostarse. Esta última cuestión es muy importante: si el niño escucha a un adulto leer en voz alta y él hace los mismo, va cogiendo la entonación por imitación; lo cual le ayuda en la comprensión lectora.

Hay que mencionar que en esta fase Alex empieza a obtener mejores calificaciones en el colegio: sus notas son de 6, 7 y 8 en las principales asignaturas, salvo en las matemáticas, que es su principal caballo de batalla (sus puntuaciones en esta signatura son de 4,5).

El quinto test de control siguió mostrando una excelente evolución en todos los ítems de lateralidad y una recuperación del 90 %. El progreso vino acompañado de otros avances: el niño ya pesa lo que debería pesar y, como ha crecido en estatura, su figura es mucho más esbelta. Le han quitado las plantillas, su visión también ha mejorado y está construyendo buenas relaciones de amistad.

Como mencionaba al principio, aunque ya ha finalizado la terapia, queda un último test de control que llevaremos a cabo en febrero de 2020. Durante este intervalo, tan solo deberá realizar una serie de ejercicios en casa para afianzar los recorridos sinápticos. Todos los datos de su seguimiento me hacen presumir que su recuperación será superior al 90 %.

Los padres, por su parte, están tan sorprendidos con todo el proceso que temen que su hijo haga una regresión si no sigue haciendo la terapia en el centro; un temor que es natural y que suelen expresar muchos padres debido a todo el sufrimiento que han vivido. Sin embargo, como hemos explicado en repetidas ocasiones en los artículos que publicamos, hay que saber que una vez que el paciente se ha curado, ya no hay posibilidad de regresión.

Alex quiere estudiar veterinaria. Ya no le dan miedo los retos.

El pasado 11 de mayo reabrimos el centro para las terapias presenciales individuales. Por favor, si vas a pedir cita, lee las medidas sanitarias y protocolos de higiene y seguridad que hemos implementado en el centro para evitar la transmisión cruzada de Covid-19 entre nuestro personal y los pacientes. Para los pacientes que viven fuera de Barcelona, seguimos realizando las terapias online. Si quieres hacernos una consulta, puedes ponerte en contacto con el centro.

Nuestras emociones modifican la forma de nuestro corazón
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Nuestras emociones modifican la forma de nuestro corazón

Susana Lladó - Lladó Comunicación 12 noviembre, 2019 Ansiedad, Emociones

 

• Nuestras emociones impactan la salud de nuestros corazones, provocando que cambien de forma en respuesta al dolor, al miedo o la angustia. Este conocimiento pide un cambio en la forma de cuidar de nuestro órgano más vital

 

Cuando tenía 7 años, una profesora del colegio nos hizo hacer a toda la clase un dibujo que expresara el concepto de amor. La mayoría de nosotros dibujamos un corazón o incluimos varios de ellos en nuestros dibujos. Al terminar, ella escogió algunos trabajos, los colgó en un mural de la clase y los comentó. No recuerdo la valoración que hizo de cada uno de ellos, pero sí recuerdo perfectamente uno de sus comentarios. Grosso modo, vino a decir que le parecía absurda la relación que la gente establecía entre el amor y la representación de este a través de la forma de un corazón, ya que, según dijo, el amor no reside en este órgano. Hizo este comentario sin dar ninguna explicación más y pasó a otro tema como si tal cosa.

Recuerdo que me quedé dándole vueltas a sus palabras porque me suscitaron muchas preguntas y, además, me impactó la seguridad con la que las pronunció. Creo que, dentro de lo que cabe en una niña de siete años, entendí el significado materialista de su comentario, pero de alguna forma algo me dijo que aquello no era cierto del todo o, por lo menos, que ambos conceptos no eran tan indisociables. Quizá por esto me ha parecido tan interesante la conferencia Cómo tus emociones cambian la forma de tu corazón, que el cardiólogo Sandeep Jauhar (nada reduccionista) impartió hace poco en una de las sesiones de TEDTalks.

Por qué el corazón se ha relacionado históricamente con las emociones


En la conferencia, primero explica el motivo por el que el corazón, como órgano, ha sido objeto de tantas metáforas a lo largo de la historia y ha simbolizado la vida emocional de las personas al ser considerado el asiento del alma. No incluiré todos sus ejemplos (podéis leer la transcripción de la conferencia al español en este enlace), pero sí un par, por lo ilustrativos que son. Por ejemplo, es curioso saber que la palabra emoción proviene en parte del verbo francés émouvoir que significa agitar, lo que dota de lógica a la relación que establecemos entre las emociones y un órgano que se caracteriza por su movimiento agitado.

Nuestras emociones modifican la forma de nuestro corazón

También es interesante cuando explica que la forma cardioide del corazón es una forma que está muy presente en la naturaleza: es la forma de las hojas, de muchas flores y de semillas de plantas, incluyendo el silfio, que se utilizaba en la Edad Media para el control de la natalidad y como afrodisíaco; de ahí, probablemente, que se asociara esta forma al sexo y al amor romántico.

Ahora bien, la cuestión es si hay un vínculo real entre el órgano del corazón y las emociones o si ese vínculo es simplemente metafórico. Y aquí es donde este cardiólogo afirma claramente que el vínculo es muy real, ya que las emociones tienen un efecto físico directo en el corazón humano.

El trastorno cardíaco denominado miocardiopatía de Takot-Subo


Nuestras emociones modifican la forma de nuestro corazón

En Japón, denominan takot-subo a un tipo de vasija de forma abombada y cuello estrecho utilizada tradicionalmente por los pescadores para atrapar pulpos. En 1990 se adoptó esta palabra para describir y reconocer por primera vez un trastorno cardíaco que se caracteriza por un gran debilitamiento del corazón como respuesta al estrés intenso o al dolor que provoca la pérdida de un ser querido, ya que las personas con miocardiopatía de Takot-Subo presentan un corazón con abombamientos. El trastorno también es conocido como el síndrome del corazón roto.

Los cardiólogos no saben exactamente por qué el corazón adopta esta forma abombada. No obstante, en la fase aguda del síndrome, este puede causar todos los signos de una insuficiencia cardíaca: dolor de pecho, falta de aire, arritmias potencialmente mortales, etc. Sin embargo, así como en un infarto de miocardio los síntomas se deben a un bloqueo de una arteria coronaria, en el caso del síndrome de Tako-Tsubo las arterias coronarias de los pacientes no están obstruidas, aunque cuando les hacen las pruebas de ultrasonido ven que el corazón se ha debilitado perdiendo significativamente su capacidad normal y que se ha abombado (el síndrome, generalmente, se soluciona en pocas semanas).

Tal como explica Sandeep Jauhar, «Hoy sabemos que el corazón per se no es la fuente del amor o de las emociones como pensaban los antiguos, pero también se sabe que la relación entre emociones y corazón es muy íntima, y que, aunque el corazón no origina los sentimientos, es muy sensible a ellos. Emociones como el miedo o la pena pueden causar una lesión cardíaca profunda y los nervios que controlan procesos inconscientes como el latido del corazón pueden desencadenar una respuesta que provoque la constricción de los vasos sanguíneos, una arritmia y una subida de la presión arterial. Es decir, nuestros corazones son extraordinariamente sensibles a nuestro sistema emocional».

Los corazones rotos son literal y metafóricamente mortales

Nuestras emociones modifican la forma de nuestro corazón_centro de lateralidad y psicomotricidad Joëlle Guitart

Asimismo, la literatura médica también describe otros casos en los que un trastorno emocional intenso en el corazón metafórico tiene consecuencias fatales para el corazón orgánico debido a la respuesta fisiológica causada. Del mismo modo, numerosos estudios en este campo han concluido que la dieta y el ejercicio físico, aunque son muy importantes, no son suficiente para propiciar la regresión de una enfermedad coronaria: parece que la gestión del estrés está más fuertemente correlacionada con la reversión de la enfermedad (en el vídeo, el cardiólogo explica estudios al respecto publicados en la revista Science y The Lancet).

Sandeep Jauhar concluye su exposición diciendo que aunque la conceptualización del corazón como máquina ha hecho posible avances médicos extraordinarios (estents, marcapasos, desfibriladores, trasplantes de corazón, etc.), estos avances deben ir acompañados de otro gran paso que nos cuesta dar: entender y aceptar que es necesaria la atención a la vida emocional, y que el nuevo paradigma de salud debe incluir los factores psicosociales (basta leer los estudios sobre la salud en la población que se siente sola, por ejemplo).

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