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Estudiantes, profesores: así es cómo aprende mejor el cerebro
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Estudiantes, profesores: así es cómo aprende mejor el cerebro

Susana Lladó - Lladó Comunicación 8 febrero, 2022 Aprendizaje, Autoestima, Integración y retención de información, Memoria, Motivación, Neurociencia, Sistema educativo

¿Cómo aprende mejor el cerebro? La ciencia cognitiva lleva unos 60 años investigándolo. Lo que ha descubierto en estas décadas supera con creces todo lo que se sabía con anterioridad al respecto. Lo curioso, sin embargo, es que los conocimientos a los que ha llegado la ciencia cognitiva durante este tiempo apenas se han transferido a los que más podrían aprovecharlo, alumnos y profesores. Lo sabe muy bien uno de los mejores investigadores en este campo, Héctor Ruiz Martín, neurobiólogo y director de la International Science Teaching Foundation. Desde hace años, investiga científicamente las circunstancias y acciones que hacen que nuestro cerebro aprenda mejor.

Tras escuchar varias de sus conferencias, hemos resumido algunas de las evidencias de las que ya dispone la ciencia cognitiva sobre el aprendizaje. Pero antes de entrar en materia, veamos algunas consideraciones importantes que hace el especialista sobre la capacidad de aprendizaje, ya que también existen muchos malentendidos sobre este punto.

Estudiantes, profesores: así es cómo aprende mejor el cerebro

Capacidad de aprendizaje

Salvo en los casos de trastornos extremos, cualquier persona puede aprender cualquier cosa. Lo que limita el aprendizaje son las creencias autolimitantes. Más importante incluso que el interés por aprender es el concepto de autoeficacia: si nos vemos capaces o no de lograr un aprendizaje.

A su vez, nuestra creencia sobre si seremos capaces de aprender algo es lo que determina nuestra motivación, y esta creencia depende de las experiencias previas de éxito o fracaso en una materia. Por esta razón es fundamental que los educadores valoren y refuercen positivamente el esfuerzo de un alumno por aprender.

¿Qué es lo que hace que el desempeño varíe de unos estudiantes a otros?

Sin duda, la habilidad (innata) es importante, pero no decisiva. Otro factor diferenciador es el esfuerzo, ya que sin él, por mucha habilidad innata que se tenga, no se llevará a cabo el aprendizaje. No obstante, uno se puede esforzar mucho y no aprender (lo cual disminuye la motivación). Entonces, ¿qué factor marca la diferencia? lo que hacemos cuando aprendemos, porque esto está relacionado con cómo aprende nuestro cerebro. Es necesario aprender a aprender, conocer las estrategias más eficaces de aprendizaje. Además, si el alumno conoce estas técnicas estará preparado para afrontar retos más exigentes que se le presentarán después en la universidad.

Cómo aprende mejor el cerebro: memoria y relaciones entre significados

Estudiantes, profesores: así es cómo aprende mejor el cerebro

La memoria no es (solo) un disco duro, un mero almacén de datos sin sentido. No funciona así. Por esto el aprendizaje basado exclusivamente en memorizar no da buenos resultados. De hecho, hay diferentes tipos de memoria que se ocupan de diferentes objetos de aprendizaje. Y es la memoria semántica la que nos permite obtener conocimientos.

Este tipo de memoria, la semántica, no es muy buena aprendiendo datos, pero sí lo es aprendiendo conceptos e ideas. Funciona como una red en la que se va conectando todo lo que vamos aprendiendo, estableciendo relaciones de significado entre las ideas y los conceptos nuevos, y los que ya teníamos sobre ese ámbito del saber. Cuando, después, queremos echar mano de un conocimiento en concreto, lo que hace es reconstruirlo agregando estos últimos elementos aprendidos.

En otras palabras, la memoria se construye conectando lo que ya sabemos con lo que estamos aprendiendo. Por esto es tan importante entender los conceptos e ideas cuando aprendemos algo nuevo: es la única manera que tendrá nuestro cerebro de poder establecer las conexiones entre significados. Es decir, sin comprensión de aquello que memorizamos no hay aprendizaje duradero, ni aprendizaje que podamos aplicar a otras situaciones que requieran usarlo (resolver un problema matemático basado en lo mismo, interpretar un texto nuevo, etc.). En cambio, cuando hay comprensión, la memoria es capaz de aprender cualquier cosa y podemos aprender cada vez más conocimientos y de más complejidad.

Cómo se debería estudiar

En lugar de leer y releer una y otra vez un temario, hay que hacerlo a la inversa: después de leerlo con atención, comprenderlo, entender el sentido y las relaciones entre las partes del contenido, hay que explicárselo a uno mismo o explicárselo a otra persona. Así es como nuestro cerebro consolida mejor un aprendizaje. Por la misma razón, poner ejemplos y crear analogías nos ayudará a “fijar” ese aprendizaje en la memoria.

Otra cuestión importante es la práctica espaciada: una vez que sabemos, por ejemplo, cómo resolver un problema porque lo hemos hecho varias veces, deja de ser útil seguir haciendo más ejercicios para consolidar el aprendizaje. Lo eficaz, cognitivamente hablando, es dejar pasar unas horas o días. Por la misma razón, si se estudia en el último momento para un examen, lo que se retenga va a ser un aprendizaje efímero. Además, dormir es imprescindible para consolidar lo que se aprende.

¿Qué ocurre si al tratar de recordar (evocar) unos días después lo que hemos aprendido nos damos cuenta de que necesitamos repasar? Nada negativo, todo lo contrario: ese repaso será mucho más efectivo que si repasamos una y otra vez sin intentar explicárnoslo. Al consultar lo que no recordamos, nuestro cerebro acabará de hacer las conexiones que le faltaban.

Cómo pueden los docentes fomentar el aprendizaje

Estudiantes, profesores: así es cómo aprende mejor el cerebro

De todo lo que hemos visto se desprende que enseñar consiste en ayudar a los alumnos a aprender, ya que los conocimientos no se pueden transferir de una mente a otra, y que para aprender hay que darle sentido a lo que aprendemos. Por lo tanto, al preparar cualquier actividad, los profesores deberían preguntarse en qué pensarán sus alumnos al hacerla: ¿la actividad les permitirá darle un significado al conocimiento que les quieren transmitir mediante esa actividad? ¿podrán establecer relaciones con otros conocimientos adquiridos, interpretar los resultados, ver analogías? Recordemos aquí la importancia de la evocación y de espaciar la repetición de un mismo aprendizaje como ingredientes esenciales de la “receta”.

Finalmente, algunas consideraciones sobre cuatro cuestiones:

La motivación: promover la motivación de los alumnos no consigue per se que estos aprendan, pero sí consigue que estos dediquen más tiempo y esfuerzo a aprender. Como hemos visto, aprender requiere esfuerzo, además de confianza.

Trabajar en el error: que un alumno falle en un aprendizaje no significa que no lo pueda aprender, sino que todavía no lo ha aprendido. Aunque se haya equivocado, si se ha esforzado, tiene que recibir una validación positiva.

Sistema de evaluación: lo adecuado sería evaluar mediante pruebas en las que los alumnos tengan que demostrar que han entendido los conceptos, en lugar de mediante pruebas basadas en la memorización de estos conceptos. Asimismo, tal como señala el experto en una entrevista publicada en Magisnet: «Debería servir para ver en qué punto del aprendizaje está uno y darse cuenta de si necesita más para conseguir el objetivo o si ya es suficiente y puede seguir con otro tema».

Las emociones: solemos recordar mejor los episodios de nuestra vida que son emocionalmente intensos. Esto es cierto. Ahora bien, una actividad de aprendizaje de este tipo no garantiza que el alumno vaya a recordar lo que se le enseñó durante esa actividad, más bien al contrario, ya que las emociones intensas secuestran la capacidad de razonamiento. No obstante, esto no significa que las emociones no sean un elemento a tener en cuenta en el aprendizaje: son importantes porque en el aula debe haber un buen ambiente que promueva la confianza y permita el error, y porque van ligadas a la motivación que nos empuja a hacer lo necesario para aprender: dedicarle más tiempo, más atención y esfuerzo.

En la charla del vídeo de arriba de Aprendemos Juntos, Héctor Ruiz también explica para qué tipos de aprendizaje son útiles las reglas mnemotécnicas, cómo actúan las estrategias visuales o si es conveniente estudiar con música.

Si queréis profundizar más en cómo aprende mejor el cerebro, este experto en psicología cognitiva ha publicado varios libros, entre ellos Aprendiendo a aprender y ¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y a la enseñanza.

La integración y retención de la información en adultos
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La integración y retención de información en adultos

Centro de lateralidad y psicomotricidad Joelle Guitart 27 enero, 2020 El trastorno de lateralidad, Integración y retención de información, Lateralidad, Lateralidad cruzada o heterogénea, Memoria, Terapia de lateralidad

Por Susana Lladó

Vivimos en un escenario laboral en permanente cambio que requiere perfiles flexibles con capacidad para adaptarse rápidamente a los nuevos desafíos, a nuevos grupos de trabajo y a los avances continuos en tecnología. En este escenario, es imprescindible ser capaz de integrar y retener información nueva continuamente. Sin embargo, esta capacidad cognitiva es, precisamente, una de las que tienen afectada las personas con problemas de lateralidad. El psicólogo Luis Elías nos explica cómo se trabaja este aspecto en terapia, sobre todo, con los pacientes adultos.

Si tienes un mal concepto de ti mismo, estás tan cohibido en el ámbito laboral que pierdes la capacidad de integrar bien la información

 

Me comentabas que tienes pacientes que trabajan, por ejemplo, en el ámbito de la consultoría y que tienen serios problemas para integrar y retener la información, algo esencial para el buen desempeño de sus responsabilidades

Sí, así es. Uno de ellos, al inicio de la terapia, me explicó que cuando le hablaban en la oficina, no sabía lo que le decían, no lo entendía.

 

Complicado y duro. ¿Retrocedemos? ¿Cómo funciona el proceso de integración y retención de la información?

En el proceso de integración (recopilación) y retención (memoria) cognitiva de la información, primero se integra la información y después se retiene.

 

Este proceso, ¿se produce igual en todas las personas?

En los niños y jóvenes es mucho más sensorial que en los adultos porque todavía no son tan porosos a una serie de condicionantes que tenemos los más mayores.

 

¿Qué tipo de condicionantes?

A medida que nos hacemos mayores, estamos más condicionados por factores como los prejuicios, los valores, cuestiones culturales, aspectos emocionales, la cultura de empresa de la organización en la que trabajamos, etc. La integración de la información no deja de ser una interpretación de la realidad y todos estos factores nos influyen a la hora de integrar la información que recibimos del exterior.

 

Explícanos un poco más lo de la interpretación de la realidad y su relación con el proceso cognitivo

Las personas hacemos una interpretación continua de la realidad, de todo aquello que percibimos. Para reforzar el proceso cognitivo que supone esta interpretación, utilizamos la concentración, la atención, etc. La integración de los inputs que recibimos del exterior es un acto en el que ponemos en relación y sintetizamos las diversas informaciones dándoles un sentido. Es decir, es un proceso en el que guardamos e interpretamos cognitivamente la información y le damos un sentido integral. Pero para ello hay que entender dicha información. Por eso, además de los aspectos perceptivos, en terapia también se trabaja la capacidad de comprensión.

 

Para poder integrar cualquier información es necesario darle un sentido

Sí, incluso para integrar la sensorial, que es a la que más atienden los niños.

 

Y ¿cómo lo hacemos?

Como decía, la integración sensorial es un proceso neurológico que consiste en organizar la información que proviene de los sentidos para lograr un concepto unificado. Para ello necesitamos la percepción, pero también capacidad de abstracción, saber organizar la información para convertirla en conocimiento y motivación.

Lateralidad e integración y retención de la información en adultos

¿Estos aspectos son los que se trabajan en terapia?

Se trabajan los sistemas sensoriales (percepción del cuerpo, tacto, sistema auditivo, visual, etc.) y, cuando es necesario, los otros, ya que si una persona es incapaz de ordenar la información, difícilmente podrá integrarla.

 

A cuanta más velocidad sucede lo que queremos integrar, mayor es la dificultad para integrar la información: para procesarla, codificarla y darle sentido, lo cual nos permitirá, posteriormente, recordarla

 

¿Hasta qué punto es esencial la motivación en este proceso cognitivo?

Es fundamental. Hay pacientes, como el que mencionaba al principio, que trabajan en entornos bastante deshumanizados y muy estresantes. Vienen a terapia por dos aspectos cruciales: porque les costaba mucho integrar y retener la información, y porque su autoestima estaba tan mermada que se sentían desvalorizados y desmotivados. Si tienes un mal concepto de ti mismo, estás tan cohibido en el ámbito laboral que pierdes la capacidad de integrar bien la información: estás pensando que todo irá mal, que tu rendimiento será insuficiente. Los prejuicios, los aspectos motivacionales, emocionales, anímicos, físicos, así como las expectativas, condicionan, o pueden condicionar, la capacidad de integración de la información.

 

¿Qué más puede impedir o dificultar el proceso?

La memoria. Es un ítem de lateralidad que también trabajamos en terapia, tanto en niños como en adultos. Y después hay dos factores que se deben tomar en consideración cuando hablamos de la integración y retención de información: la velocidad y la duración.

 

Vamos con la velocidad

A cuanta más velocidad sucede lo que queremos integrar, mayor es la dificultad para integrar la información: para procesarla, codificarla y darle sentido, lo cual nos permitirá, posteriormente, recordarla. Por ejemplo, en las actividades que hacemos en sesión, normalmente ponemos timings. Primero es un timing abierto (no se establece un tiempo), pero progresivamente, al repetir la actividad, cada vez fijamos tiempos más cortos. Esto lo hacemos así no solo para añadir un ápice de presión con el objetivo de que aprendan a gestionar el estrés, la tolerancia a la frustración, etc., sino también para tener una medida de referencia; es decir, si hay un progreso o no en ese proceso de retención e integración de la información.

 

¿Y la duración?

La duración está relacionada con las experiencias de la vida. A mayor exposición a una información, mejor asimilación. Por esto la repetición (la práctica) es importante, por ejemplo, cuando se aprende a tocar un instrumento.

 

Y estos iítems van interralacionados con los emocionales

Sí. En terapia trabajamos todos estos aspectos conjuntamente con los emocionales, de manera que los pacientes adultos cada vez tienen menos temor a afrontar nuevos retos laborales. Al comprobar que van mejorando en la integración y retención de la información, esto les refuerza emocionalmente, y como emocionalmente cada vez están más fuertes, aumenta su motivación para seguir trabajando los aspectos cognitivos. Lo ven en su ámbito laboral: hay un cambio significativo en la forma de abordar nuevos retos.

 

Para terminar, ¿nos puedes poner otro ejemplo de un paciente con estas dificultades?

Las dificultades en todos ellos son similares. Tengo otro paciente al que, cuando le explicaban un proceso metodológico en el trabajo, al cabo de un minuto o minuto y medio se perdía. Y entonces, entraba en una dinámica de pensamientos rumiativos obsesionándose con que se perdía, con lo cual se bloqueaba y todavía era más complicado que pudiera retener la información. A base de trabajar durante un año en terapia todo lo que hemos mencionado, ya no ha vuelto a tener ningún problema de este tipo: es más, ha sido capaz de adaptarse a los nuevos departamentos a los que lo han trasladado dentro de la empresa.  Ahora puede seguir el hilo de lo que le dicen y puede visualizarlo; es decir, puede anticiparse a las fases que le explican verbalmente visualizando cómo lo hará: cómo abordará el caso, cómo organizará el trabajo con el equipo, qué enfoque jurídico le dará, etc.

 

A estos pacientes, la terapia les debe cambiar radicalmente la vida

Así es. Tengo una paciente que no estaba satisfecha trabajando en su ámbito profesional y se ha atrevido a iniciar una nueva etapa en su vida formándose de nuevo para poder acceder a otro sector laboral. Me dijo que ahora se sentía capaz y con ganas de emprender retos que antes no podía ni plantearse porque tenía una gran inseguridad en la adquisición de nuevos aprendizajes por el problema en la retención de la información. Ahora hace más cosas que cuando era joven y se va a ir al extranjero a estudiar un máster. Hay otro paciente que me explica que ahora asimila mucho mejor la información cuando hay cambios en la empresa. Esto le motiva para asumir nuevos retos. Se ha vuelto más flexible y esto es fundamental en un escenario laboral en continuo cambio.

 

¿Hay algún punto importante que no hayamos comentado?

La línea temporal de los datos o de las acciones: qué va antes y qué va después, para darle sentido y contextualizarlo organizando esa información y poder, por ejemplo, hacer el seguimiento de un proyecto; algo crucial en muchas profesiones.

Si quieres hacernos una consulta sobre este tema, puedes ponerte en contacto con nuestro centro.

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