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La organización espacial y temporal en el aprendizaje de la lectoescritura_Centro de lateralidad y psicomotricidad Joëlle Guitart
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La organización espacial y temporal en el aprendizaje de la lectoescritura

Centro de lateralidad y psicomotricidad Joelle Guitart 9 diciembre, 2019 Comprensión lectora, Concentración, Desarrollo motor, El trastorno de lateralidad, Lectoescritura, Organización corporal, Organización temporal, Orientación espacial

 

«Sin tener adquirida la orientación espacial y la orientación temporal no es posible el aprendizaje de la lectoescritura: ambas nos permiten entender y manejar los códigos escritos, las letras y los números»


 

¿Qué relación tienen la organización espacial y temporal con el aprendizaje de la lectoescritura?

Sin tener adquirida la orientación espacial y la orientación temporal no es posible el aprendizaje de la lectoescritura: ambas nos permiten entender y manejar los códigos escritos, las letras y los números.

¿De qué manera?

Necesitamos tener integradas unas coordenadas bien organizadas para orientar los símbolos, ya que el significado de estos símbolos depende de la forma que tienen y del lugar que ocupan en el espacio y en el tiempo, secuencialmente. No es lo mismo es que sé, 35 que 53 o decir que hoy es lunes o que es sábado, por ejemplo.

¿Qué ocurre cuando estas coordenadas espaciales y temporales no están integradas?

Cuando aprendemos a leer y a escribir, automatizamos este aprendizaje; de manera que el área del cerebro que interviene en estas funciones queda liberada para adquirir nuevos conocimientos que requieren atención y concentración. Esto es así porque el sistema nervioso está jerarquizado. Cuando no hay una buena jerarquización de las funciones cerebrales implicadas en el aprendizaje y desarrollo de la lectoescritura, esta área cerebral se sobrecarga y se colapsa.

¿Cuáles son las repercusiones?

Los niños que no han adquirido una buena organización temporal y espacial se dispersan mucho y les cuesta un gran esfuerzo cualquier aprendizaje. Tienen que poner mucha voluntad y tesón en todo porque el proceso no está automatizado.

¿Por eso cuando uno ya ha aprendido a conducir puede estar pendiente también de una conversación?

Sí, cuando un adulto realiza una función automática, la corteza ya no interviene y actúa gracias a las estructuras subcorticales, dejando la corteza libre para otras funciones o actividades más complejas, como la comprensión. Por el contrario, cuando nos enfrentamos a un nuevo aprendizaje, la corteza vuelve a participar activamente.

« Sin una buena lateralización cuesta mucho dominar la organización espacial y temporal, que son las bases que permiten desarrollar aprendizajes como la lectoescritura»

 

Entiendo, la jerarquización es fundamental para liberar las funciones superiores y seguir adquiriendo conocimientos nuevos

Sí, porque las funciones superiores son las que se encargan de los aprendizajes más conscientes. Como las redes de conexión del sistema nervioso y los núcleos de integración de un niño son cada vez más complejos, esta complejidad obliga al sistema nervioso a organizarse de forma jerarquizada para evitar el caos.

Bien, y ¿qué papel juega la lateralización en todo este proceso?

La jerarquización de las funciones cerebrales y la buena comunicación entre los hemisferios cerebrales es posible gracias al proceso de lateralización, entre otros factores.

¿Por qué es tan importante?

Durante el proceso de lateralización el niño aprende primero a ubicar su cuerpo en el espacio y a orientar su yo y su sentir tanto en el espacio como en el tiempo, así como a orientarse respecto al mundo exterior. Es imprescindible que este proceso de lateralización se haga correctamente para que después sea capaz de desarrollar aprendizajes complejos como la lectura y la escritura que requieren organizar la información mediante códigos gráficos y arbitrarios.

La lateralización es la base

Bueno, sin una buena lateralización cuesta mucho dominar la organización espacial y temporal, que son las bases que permiten desarrollar aprendizajes como la lectoescritura.

Escribir consiste en organizar en el espacio y en el tiempo

Sí, y para que haya una buena organización espacial al escribir, esta organización espacial debe estar incorporada corporalmente. Sin una buena organización lateral, el niño no sabe si la escritura tiene que ajustarse a un patrón de ordenamiento diestro o zurdo.

¿Qué le ocurre a un niño que no tiene las referencias corporales bien adquiridas?

Los desórdenes de los puntos de referencia corporal pueden ocasionar una velocidad de lectura lenta (aunque no todos los casos son iguales), ausencia o pobreza de comprensión lectora y confusión entre derecha/izquierda; lo cual lleva a no comprender las nociones de decena y centena, a invertir el orden de las letras, a la disgrafía y a síntomas que pueden confundirse con dislexia o discalculia, por ejemplo.

« A estos niños les cuesta mucho organizar un dibujo, representar lo que tienen en la cabeza»

 

¿Por qué se da la disgrafía?

Si no sabes orientarte en el espacio cuesta mucho saber hacer bien la letra, copiarla bien.

¿En qué más afecta la desorganización espacial y temporal?

A estos niños les cuesta mucho organizar un dibujo, representar lo que tienen en la cabeza.

¿Por qué?

Les cuesta plantear la idea, no saben cómo empezar a representarla, cómo distribuir los elementos en el espacio. Y, a veces, estos elementos son desproporcionados.

¿También queda afectada la expresión oral?

Normalmente, hay una mayor comprensión de las explicaciones verbales que de las escritas, de la misma forma que también es mejor la expresión verbal que la escrita.

Volvamos a la cuestión de la dispersión y la atención

Es importante aclarar que antes de afirmar que un niño presenta un problema primario de atención debemos asegurarnos de que esta tendencia no se deba a un sobresfuerzo provocado por los motivos que he explicado anteriormente. Los niños con lateralidad cruzada, al igual que sus padres, expresan a menudo que todo les cuesta demasiado, que seguir el ritmo de la clase les supone un sobreesfuerzo constante y mucho mayor que el que hacen los otros niños.

«En el desarrollo psicomotor, primero vendría el esquema corporal, luego la lateralidad y,finalmente, la organización espacial y temporal . Si hay un fallo en la primera etapa ya hay consecuencias en las demás»

 

¿Puedes poner otro ejemplo de cómo repercute la desorganización espacial y temporal?

El otro día estaba en terapia con un grupo de niños. Les puse un ejercicio de lógica que consistía en ordenar de un modo determinado manzanas de diferentes colores. Todos los niños las ordenaban incorrectamente una y otra vez. Yo no entendía qué era lo que provocaba el mismo error en todos hasta que me di cuenta de que las estaban ordenando en orden inverso, de derecha a izquierda. Estos niños tenían 11 años, una edad en la que la organización temporal y espacial ya debería estar adquirida.

¿Cuál es el orden en la jerarquización que nos explicabas antes?

En el desarrollo psicomotor, primero vendría el esquema corporal, luego la lateralidad y, finalmente, la organización espacial y temporal . Si hay un fallo en la primera etapa ya hay consecuencias en las demás.

¿Cómo trabajáis estas dificultades en terapia?

Como para tener una buena organización espacial se necesita un esquema corporal adquirido, trabajamos el esquema corporal moviendo, por ejemplo, solo una parte del cuerpo para que sean conscientes de los movimientos, diferencien las diferentes partes del cuerpo y aprendan a saber orientarse en su propio cuerpo. Si ellos pueden orientarse en su propio cuerpo también sabrán orientarse en el espacio porque, entre otras razones, su cuerpo también está en el espacio.

¿Y la temporalidad?

Una vez tienen adquirida toda la parte más espacial, se trabaja la temporalidad, que es lo más complejo, aunque ambas van muy relacionadas y en algunos ejercicios las trabajamos paralelamente porque una depende de la otra.

¿Cómo les afecta la desorganización temporal?

En la lectura, la temporalidad afecta, por ejemplo, a qué letra va primero. En la escritura, suele reflejarse en que empiezan a escribir por donde no corresponde.

¿Y cómo la trabajáis?

Hay muchos ejercicios para ello, aunque deben realizarse con la supervisión de un terapeuta porque, como cada niño tiene una retención neurológica diferente, deben personalizarse. Trabajamos mucho la ordenación de viñetas y fotografías, ya que son ejercicios que requieren entender el concepto de sucesión. Además la organización temporal también es necesaria para entender las horas, los días de la semana, los meses, las estaciones, el concepto de resta…

¿Por qué el concepto de resta?

Si no tengo adquirida la temporalidad no puedo entender “Tenía 3 bolis, me quitaron 2, ¿cuántos me quedan?”. No puedo establecer la relación entre lo que tenía y lo que tengo porque no sé cuál es el punto de partida temporal.

¿Qué otros aspectos trabajan en terapia?

Trabajan el ordenar cosas en el espacio, los conceptos de antes y después, de arriba y abajo, que les cuesta mucho, y los de derecha e izquierda. A veces se lían mucho con todos estos conceptos y son niños de 6-7 años que ya deberían tenerlos adquiridos. Algo que les presenta normalmente bastante dificultad es describir lo que está abajo y arriba en una imagen.

Uno se pregunta cómo se las ingenian en su día a día con toda esta confusión

A veces, resuelven las situaciones por imitación, pero, claro, les genera mucha frustración ver que no son capaces de entender y hacer lo que otros niños entienden y hacen con facilidad. Además se cansan mucho por el esfuerzo que les supone, lo cual suele provocarles rechazo al estudio, a ir al colegio, etc.

¿Qué otros ejercicios hacen en terapia?

Representar palabras con el cuerpo, leer palabras que están en relieve con los ojos vendados para integrar la forma de las letras y orientarlas en el espacio, representar letras con plastilina para tener que crearlas de la nada en el espacio (este ejercicio también les va bien para trabajar la motricidad fina), coser las letras de una palabra para integrar el orden, ejercicios que les ayudan a reconocer la diferencia entre letras que confunden cuando están en minúscula, como la b y la d, etc.

Sin organización temporal no hay comprensión oral ni escrita
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«Sin organización temporal no hay comprensión oral ni escrita»

Susana Lladó - Lladó Comunicación 15 julio, 2019 Aprendizaje, El trastorno de lateralidad, Organización corporal, Organización temporal

La psicóloga Meritxell Pujol, terapeuta de nuestro centro, nos explica en esta entrevista qué es la organización temporal, por qué su adquisición es fundamental para poder aprender otros conocimientos básicos y fundamentales, y cómo afecta a un niño no comprender este concepto abstracto.

 

Para un adulto, el concepto de organización temporal es bastante obvio, ¿lo es también para un niño?

En absoluto. La organización temporal es un concepto muy abstracto para un niño y difícil de adquirir.

 

Empecemos con ejemplos. ¿Qué le ocurre a un niño que tiene problemas de organización temporal?

Un ejemplo muy claro es el de un paciente de 16 años que, cuando empezó la terapia, no sabía en qué día estábamos, ni en qué mes. Podía recitar los meses del año como quien recita las tablas de multiplicar de memoria, pero no tenían significado para él: no sabía a qué periodos hacían referencia.

 

¿Nos puedes explicar un poco más este caso?

Cogí un calendario y le pregunté cuándo era Navidad. No lo sabía. Le pregunté si iba antes o después de su cumpleaños. Tampoco lo sabía. Era incapaz de situar u orientar los acontecimientos.

 

¿Él era consciente del problema?

Sí, y le generaba una sensación muy negativa de descontrol. Sentía como si la vida fuera una corriente que lo arrastraba sin saber adónde. Se sentía muy diferente a los demás y tenía muchos problemas en el colegio.

Para entender una narración, necesitamos poder orientarnos en el tiempo, comprender las secuencias de un acontecimiento, el devenir: entender conceptos como antes y después, causa y consecuencia. 

¿Qué clase de problemas?

La organización temporal afecta a la adquisición de aprendizajes tan básicos e importantes como la comprensión oral y escrita.

 

¿Por qué?

Porque para entender una narración, necesitamos poder orientarnos en el tiempo, comprender las secuencias de un acontecimiento, el devenir: entender conceptos como antes y después, causa y consecuencia. El concepto temporal está en cualquier texto.

 

¿A qué otros aprendizajes afecta?

A las matemáticas. El concepto de organización temporal está implícito, por ejemplo, en las secuencias numéricas: si no entendemos conceptos como anterior y posterior, es imposible saber qué número va antes o después en una secuencia numérica.

 

Sigamos con más consecuencias

La propia organización del tiempo: estos niños no se pueden organizar las tareas y por eso no pueden asumir objetivos como cualquier otro niño.

 

¿Nos puedes poner un ejemplo?

Recuerdo a una paciente de 6 años que me explicaba con mucha angustia que cuando sus padres le pedían que se fuera a lavar los dientes siempre la acababan regañando porque tardaba muchísimo: primero se lavaba la cara, después se quitaba las legañas, etc.  Ella no se daba cuenta, decía, de que no le daba tiempo a hacer lo que sus padres le pedían.

Sin organización temporal no hay comprensión oral ni escrita_Centro de Lateralidad y Psicomotricidad Joëlle Guitart

Hasta aquí, podría parecer normal: les pasa a muchos niños

Sí, pero entonces, cuando le propuse como solución que sus padres la avisaran cuando le quedaran 5 minutos para terminar lo que le habían pedido, me contestó «Es que yo no sé cuánto son cinco minutos». No entendía el tiempo.

 

No son niños que se columpian o se distraen

No, son niños que sufren mucho porque realmente no pueden organizarse las tareas.

 

¿Nos pones un ejemplo más que nos ayude a acabar de entenderlo?

El de otra niña de 6 años que no quería seguir con una actividad que estábamos haciendo en la sesión de terapia de ese día. Le dije que seguiríamos durante 1 minuto más y que después cambiaríamos de ejercicio. Me contestó: «1 minuto, no, 15». Le pregunté con extrañeza si, entonces, quería seguir un poco más, y me respondió: «Es que no sé cuánto es 1 minuto, pero sé que 15 minutos es poco tiempo».

 

¿No saben referenciar el tiempo?

Es como si tuvieran conceptos separados que no pueden unir. Saben que hay un día del año en el que se celebra Fin de Año, pero no saben cuándo es.

 

Entonces, tampoco pueden anticipar sucesos

Si sus padres se van de viaje, no les calma que les digan que van a volver en 3 días o en 1 semana porque no saben si eso es mucho o poco tiempo. Cuando son pequeños, esto les genera mucha angustia.

 

También deben tener dificultades a la hora de expresarse

Así es. Si les pides que te expliquen lo que han hecho el fin de semana anterior, te lo narran en presente, por ejemplo. Cuesta mucho entenderles porque, además, les cuesta estructurar un relato. Sus problemas de organización temporal también les dificulta entender las instrucciones que les dan los adultos.

La organización temporal va muy relacionada con la organización espacial y esta, a su vez, depende de la corporal. Es decir, para poder empezar a trabajar la organización temporal, primero debemos trabajar con el niño la noción de esquema corporal.

Bien. ¿Cómo trabajáis en terapia con estos pacientes?

Si un niño tiene problemas de organización temporal, significa que también tiene dificultades en otras áreas.

 

¿A qué te refieres?

La organización temporal va muy relacionada con la organización espacial y esta, a su vez, depende de la corporal. Es decir, para poder empezar a trabajar la organización temporal, primero debemos trabajar con el niño la noción de esquema corporal.

 

¿Por qué la noción de esquema corporal es la base?

Solo a partir de los referentes del propio cuerpo se pueden tener los referentes del espacio. El eje corporal del propio cuerpo es lo que permite identificar derecha e izquierda y, a partir de aquí, referenciar primero el propio cuerpo en el espacio y después en relación a los otros objetos e individuos.

 

Entiendo. Y, ¿cómo se relaciona esto con la temporalidad?

El niño accede a las nociones temporales a través de la sucesión de los movimientos de sus propias acciones, de las acciones y movimientos que hace. Necesita comprender qué mueve primero cuando hace un movimiento con su cuerpo. Necesita adquirir la noción de  sucesión y siempre parte de su propia experiencia para entender lo que le rodea.  Una vez ha comprendido su propio esquema corporal y cómo se orienta su cuerpo en el espacio y en el tiempo es cuando puede empezar a entender cómo se ubican y orientan en el tiempo los diferentes objetos y sucesos que ya no parten de sí mismo.  En terapia, trabajamos ambas organizaciones, la espacial y la temporal, de manera conjunta.

 

¿Cómo lo hacéis?

Depende de cada niño y de los resultados de su test de lateralidad, pero, grosso modo, trabajamos los conceptos de ayer, hoy y mañana haciéndoles explicar qué han hecho durante un periodo determinado: esto les ayuda a entrenar las secuencias temporales. También hacemos ejercicios para que aprendan a entender las, semanas, los meses, las estaciones, etc.

 

¿Puedes poner un ejemplo?

Si les pregunto qué día es hoy, no lo saben. Entonces les doy referencias para que ellos lleguen a la solución: por ejemplo, cojo un calendario y les digo que nosotros nos vemos todos los martes. Entonces ellos buscan todos los martes del mes. Les digo que acabamos de empezar el mes y que, por tanto, en qué martes creen que estamos. Al final lo sacan. Les ayuda poder referenciar las cosas que pasan en el tiempo porque necesitan llegar a unir el concepto abstracto con la experiencia vivencial.

Utilizamos ejercicios más obvios en los que se pueden equivocar menos para que ellos se den cuenta de la noción de sucesión y, al ser conscientes, puedan aplicarlo a otros casos más complejos.

Y el concepto de sucesión, ¿cómo lo trabajáis?

Para el concepto de sucesión y el de duración trabajamos con viñetas que tienen que ordenar: diferentes viñetas que muestran el crecimiento de un árbol, los diversos movimientos que hace una persona que da un salto, alguien que abre un paraguas (primero la viñeta en la que no llueve, después la viñeta en la que empieza a llover, después en la que abre el paraguas, el paraguas mojado, etc.).

 

¿No las ordenan bien?

Normalmente, las ordenan bien. Lo importante de estos ejercicios es que les permiten afianzar la relación de sucesión. Es decir, utilizamos ejercicios más obvios en los que se pueden equivocar menos para que ellos se den cuenta de la noción de sucesión y, al ser conscientes, puedan aplicarlo a otros casos más complejos.

 

¿Hay más ejercicios que les ayuden a adquirir la organización temporal?

Sí, y muy diversos. Por ejemplo, también trabajamos con estructuras rítmicas porque el ritmo es una sucesión. Yo hago un ritmo y ellos deben reproducirlo. Hago un movimiento y ellos deben repetirlo. Después hay ejercicios que les permiten ser conscientes de su propia respiración.

 

¿Para qué sirven?

Les ayudan, al igual que todos los ejercicios en los que trabajamos los sentidos y la percepción, a entender el esquema corporal a través de la autoobservación.

 

No hablamos de una terapia breve

No, es cierto que trabajar el esquema corporal y la organización espaciotemporal lleva tiempo, porque no lo podemos abordar todo de golpe. Pero adquirir estas nociones es imprescindible para que puedan realizar los otros aprendizajes propios de su edad. No obstante, como su evolución es paulatina, a medida que van haciendo progresos, estos también les ayudan a que mejore su rendimiento escolar.

 

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