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Los síntomas de lateralidad cruzada agudizados por el confinamiento Covid-19
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Los síntomas de lateralidad cruzada agudizados por el confinamiento

Centro de lateralidad y psicomotricidad Joelle Guitart 15 abril, 2020 El trastorno de lateralidad, Motivación, Síntomas de lateralidad cruzada, Terapia de lateralidad vía Skype, Terapia psicomotriz

Como hemos explicado en diversos artículos de nuestro blog, las personas con lateralidad cruzada presentan una sintomatología común a la que, además, pueden añadirse otros síntomas en función de si el paciente es hipotónico o hipertónico. Asimismo, algunos de estos síntomas afectan al rendimiento cognitivo y otros ―como consecuencia de estas dificultades cognitivas― afectan a su bienestar emocional.

Desde que empezamos las terapias por Skype debido a la pandemia de Covid-19, estamos observando que en la mayoría de los pacientes el confinamiento ha agudizado muchos de estos síntomas, motivo por el que se hace necesario trabajar los elementos desencadenantes en las sesiones.

Esta epidemia nos ha cogido a todos por sorpresa. El escenario ha evolucionado tan rápido que es normal que el impacto psíquico y emocional sea enorme. Tanto los niños como los jóvenes y los adultos sufren una gran desorientación porque todavía están haciendo la adaptación a una situación que presenta grandes incógnitas, a un mundo que ya ha cambiado, pero que todavía no sabemos muy bien cómo será. 

«Esta epidemia nos ha cogido a todos por sorpresa. El escenario ha evolucionado tan rápido que es normal que el impacto psíquico y emocional sea enorme. Tanto los niños como los jóvenes y los adultos sufren una gran desorientación porque todavía están haciendo la adaptación a una situación que presenta grandes incógnitas, a un mundo que ya ha cambiado, pero que todavía no sabemos muy bien cómo será. Los seres humanos necesitamos saber adónde vamos porque nos da seguridad. Toda esta angustia provocada por la incertidumbre hay que acompañarla con apoyo psicoterapéutico, psicoemocional», nos explica la directora del centro, Joëlle Guitart.

Los síntomas de lateralidad cruzada agudizados por el confinamiento Covid-19

En las sesiones, los terapeutas están ayudando a los pacientes a gestionar, fundamentalmente, los siguientes aspectos:

 

Aprender a estructurar y organizar el día

A medida que transcurren las semanas, cada vez es más difícil mantener una disciplina de horarios; una disciplina que es fundamental para lograr vivir el confinamiento de una manera productiva y saludable emocional y físicamente. Seguir con nuestros hábitos de higiene personal y de ejercicio físico, establecer bien el tiempo de estudio o trabajo, así como la frecuencia en las comidas y el tiempo de ocio es básico.

 

Disminuir los niveles de ansiedad y estrés en los niños

A diferencia de los adultos, los niños ni siquiera han podido salir a la calle para ir a hacer la compra durante el mes que llevamos de cuarentena. Este confinamiento tan estricto aumenta su nivel de ansiedad y estrés, con las repercusiones para su salud mental que se pueden derivar no solo en el presente, sino en el futuro. En un artículo que publicó ayer El País, se menciona un estudio realizado en China que estima que un tercio de la población padece o padecerá Trastorno de Estrés Postraumático (un trastorno que aparece después y que es difícil de tratar).

 

Ansiedad en adultos

En los adultos, la ansiedad tampoco es la que pudiera presentarse antes del confinamiento. Es una ansiedad mucho más profunda y potente que, si no se trata, también puede dejar huella en su salud mental futura.

 

Gestionar las tensiones y conflictos en la dinámica familiar

Muchas familias que antes del confinamiento apenas compartían tiempo juntos han pasado de golpe a convivir las 24 horas del día. Y, en muchos casos, en casas en las que no es posible que cada miembro tenga su propio espacio y/o que no disponen de terrazas a las que poder salir para tener la intimidad necesaria. Esto está provocando tensiones, irritabilidad, discusiones y peleas que, en algunos casos, incluso llegan a la violencia física.

Estas tensiones también están haciendo mella en las relaciones de pareja, hasta el punto de que hay parejas que se están planteando la separación. Los hijos escuchan sus conversaciones o viven la tensión entre sus padres, lo que agrava su inquietud. No es casual que estén aumentando los casos de niños que se van a dormir con sus padres o que ahora necesitan acostarse con la luz encendida y la puerta abierta.

 

Desórdenes del sueño y trastornos de alimentación

Las emociones que estamos experimentando también están afectando al sueño y la alimentación de diversas maneras y en diferentes grados: insomnio, pesadillas, terrores nocturnos, bulimia, comportamientos que pueden derivar en anorexia, obesidad, etc.

 

Miedos

La pandemia está provocando situaciones que despiertan muchos miedos. Algunos son infundados, pero otros no. Tanto si los miedos tienen una base real como si no, requieren ser revisados en terapia.

Hay niños y adolescentes que temen que sus padres pierdan el trabajo, que enfermen o que lo haga otro familiar o persona a la que quieren.  Y a los adultos les pasa lo mismo, aunque unos y otros lo vivan y manifiesten de distinta manera.

Muchos niños, adolescentes y jóvenes tampoco saben cuándo volverán a las aulas ni cómo serán las evaluaciones. La sensación general es de que todo se aguanta por un hilo, que nos faltan recursos para sentirnos protegidos (desde la falta de suministro de guantes y mascarillas a medidas socioeconómicas) y que el futuro es incierto.  Esto provoca un gran temor.

Los síntomas de lateralidad cruzada agudizados por el confinamiento Covid-19

Soledad y sentimiento de separación

Son muchas las personas que no pueden ver a sus padres o abuelos porque estos están en una residencia, hospitalizados o confinados en sus propias casas. Además de echar muchísimo de menos el contacto físico con ellos (abrazarlos, darles un beso, compartir situaciones, etc.), también sufren por si estarán bien, por si pueden ir a comprar o les llevan la compra (hay cadenas de supermercados que han dejado de hacer reparto a domicilio porque no daban abasto), etc.

Del mismo modo, también hay muchas personas que están pasando el confinamiento solas porque el estado de alarma se decretó estando su pareja en otra ciudad o país, o porque ya vivían solas. Y también estamos observando que aunque se esté acompañado, hay un gran sentimiento de soledad (quizá es sentimiento de desamparo en algunos casos); sobre todo, en adultos.

Los niños, aunque se siguen comunicando con sus amigos por videollamadas, están acusando no poder verlos, y los echan de menos. A esto se suma que no saben hasta cuándo se prolongará la situación. Además, es muy probable que cuando se inicie la denominada desescalada, las medidas de distanciamiento social impidan la cercanía física a la que estaban acostumbrados.

 

Duelos

Las personas que han perdido a un ser querido durante la pandemia no han podido despedirse ni hacer el duelo. Cuando este proceso no se realiza, se vive con mucha tristeza, exasperación y abatimiento.

 

Pérdida de libertad y de las relaciones sociales

Otro aspecto que estamos trabajando en terapia es la pérdida de libertad que estamos experimentando, así como el hecho de haber tenido que renunciar a las relaciones sociales.

 

Adicciones

La tecnología está siendo de gran ayuda en este confinamiento, ya que nos está permitiendo comunicarnos con los otros. Sin embargo, muchos niños y jóvenes están hiperconectados, por lo que pueden desarrollar (o haber desarrollado ya) una adicción.

 

Celos

Los celos entre hermanos o entre hijos y padres no son nuevos: como terapeutas, los identificamos a menudo en terapia. Pero en una situación de confinamiento como la actual se exacerban.

 

Falta de ejercicio físico

Aunque tengamos limitaciones para realizar deportes, el cuerpo necesita ser estimulado. Es necesario moverlo, hacer estiramientos, bailar, cambiar de postura cuando miramos la televisión, etc. Todos lo necesitamos, pero los niños, sobre todo, han pasado de tener varias clases semanales de diversos deportes al sedentarismo. Esta falta de movimiento corporal también afecta a la salud psicológica y al rendimiento cognitivo.

 

Pensamientos recurrentes, fobias, somatización e hipocondría

Los pensamientos obsesivos y negativos alteran nuestra estabilidad emocional y aumentan la ansiedad. En la terapia, los pacientes aprenden a detenerlos.

También hemos detectado un aumento de la hipocondría en los niños y adultos que ya la sufrían, así como diversos tipos de fobias, como la de salir a la calle cuando se levante el estado de alarma.

Algunos pacientes también están psicosomatizando el estrés y la angustia con dolores de cabeza o de espalda, aumento de la presión arterial, etc.

 

Motivación

Es normal que cueste mantener la motivación laboral, académica o personal en una situación de crisis como la actual, pero también es absolutamente necesario trabajar los aspectos que están influyendo en esta pérdida de motivación para recuperarla.

 

Habilidades de comunicación

El hecho de que ahora podamos pasar tanto tiempo en familia no implica que no estemos comunicando bien. Los sentimientos de irritabilidad, pérdida y miedo no solamente se expresan elevando la voz o con gritos: hay un lenguaje infraverbal que puede ser igualmente muy agresivo y dañar profundamente a la persona y a la dinámica familiar.

 

Motricidad y técnicas de respiración

En las sesiones por Skype trabajamos la motricidad de los pacientes con lo que estos tienen en casa y hacemos hincapié en los ejercicios de respiración y relajación enfocados a distender el cuerpo. Estos ejercicios, que varían en función de la edad del paciente y de su sintomatología, se pueden realizar en cualquier espacio, aunque este sea reducido.

Muchas personas no saben respirar y desconocen que la respiración proporciona el eje que ayuda a lograr el equilibrio entre uno mismo, el cuerpo y la mente, como siempre explicamos respecto al tratamiento de lateralidad cruzada.

Los síntomas de lateralidad cruzada agudizados por el confinamiento y terapia para tratarlos_Centro de Lateralidad y Psicomotricidad Joëlle Guitart

Obviamente, además de todos estos aspectos emocionales que hemos mencionado, en las sesiones seguimos trabajando todos los ítems de la lateralidad:

 

  • Esquema corporal
  • Bloqueos mentales
  • Pensamiento lógico
  • Coordinación ideomotriz: abstracción, aprender a pensar y razonar, a conectar ideas y conocimientos.
  • Abstracción
  • Cálculo mental
  • La memoria
  • La síntesis
  • La concentración
  • La comprensión lectora
  • La retención
  • El ritmo: para poder trabajar posteriormente la noción de espacio y la organización temporal.
  • El equilibrio estático
  • Hipercinesia
  • Hipotonía
  • La baja autoestima (todos los pacientes de lateralidad presentan una gran infravaloración).
  • Tics
  • Tartamudez en primer grado.

 

En resumen, aunque la terapia de lateralidad cruzada va dirigida fundamentalmente a trabajar todos aquellos aspectos neurofisiológicos que impiden a los pacientes desarrollar todo su potencial mental, la situación de alerta sanitaria (con todas sus implicaciones sociales y económicas) está haciendo necesario, ahora más que nunca, brindarles un apoyo psicoemocional que los refuerce para afrontar el presente y el futuro en las mejores condiciones mentales, corporales y emocionales.

Cómo estamos realizando la terapia de lateralidad vía Skype
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Cómo estamos realizando la terapia de lateralidad vía Skype

Centro de lateralidad y psicomotricidad Joelle Guitart 30 marzo, 2020 El trastorno de lateralidad, Terapia de lateralidad vía Skype

Por Susana Lladó

Como terapeutas, no podemos obviar lo que los pacientes están experimentando en su día a día debido a la pandemia del coronavirus

Debido al confinamiento decretado por el estado de alarma, desde la semana pasada estamos realizando la terapia de lateralidad vía Skype. Sin duda, esta es una situación excepcional, tanto para los pacientes como para los terapeutas: desde que el centro empezó su actividad hace 49 años, es la primera vez que llevamos a cabo los tratamientos de manera no presencial. Durante estos años, siempre hemos sustentado que las características neurofisiológicas del trastorno de lateralidad requerían que los pacientes acudieran al centro para que los resultados fueran los óptimos.

Sin embargo, la situación insólita que estamos viviendo nos hizo sopesar los pros y los contras de interrumpir la atención a nuestros pacientes, sobre todo, cuando la evolución de la pandemia provocó que se extendieran los plazos previstos del confinamiento: sin duda, realizar la terapia de lateralidad vía Skype iba a suponer tener que adaptar toda la parte de actividades y ejercicios encaminados a trabajar los aspectos psicomotores, e ir evaluando los resultados. También iba a significar un cambio para los pacientes, un cambio que no sabíamos cómo iban a aceptar. Por otra parte, interrumpir las sesiones suponía poner freno a su evolución neurofisiológica, con las repercusiones contraproducentes que de ello se pudieran derivar. Decidimos seguir adelante con las terapias.

Hoy queremos compartir con vosotros el balance de estos primeros días que nos ha hace el psicólogo Luis Elías, uno de los terapeutas del centro.

Hay que pensar que en cada familia, en cada casa, la pandemia se está viviendo y gestionando de una manera distinta, y que cada niño también está viviendo la situación de una forma diferente a la de los otros niños, aunque hay puntos en común. Y con los adultos pasa lo mismo.

¿Cómo habéis planteado en el centro las terapias?

Hemos organizado los grupos de pacientes por edad y hemos reducido el tiempo de la terapia a 45 minutos para ver cómo se adaptaban, ya que es normal que una persona no pueda mantener la atención online durante una hora y media o dos. Además, hubiera sido demasiado pesado para ellos que duraran lo mismo que antes.

 

¿Por qué?

Porque en la terapia presencial siempre buscamos espacios de distensión y se realizan bastantes actividades que los niños perciben como juegos, aunque estemos trabajando los ítems de lateralidad al hacerlas. Es decir, en la terapia presencial, a priori, disponemos de más herramientas para trabajar.

 

Entonces, ¿cómo trabajáis en estos 45 minutos?

Como terapeutas, no podemos obviar lo que los pacientes están experimentando en su día a día debido a la pandemia del coronavirus. De la misma forma que antes dedicábamos unos minutos al inicio de la sesión a que pudieran expresar sus emociones y vivencias relacionadas con las dificultades que les provoca su lateralidad cruzada, ahora dedicamos los primeros 10 -15 minutos a hablar sobre la ansiedad, temores y preocupaciones que les está causando esta situación de confinamiento. Hay que pensar que en cada familia, en cada casa, la pandemia se está viviendo y gestionando de una manera distinta, y que cada niño también está viviendo la situación de una forma diferente a la de los otros niños, aunque hay puntos en común. Y con los adultos pasa lo mismo.

 

¿Cuáles son estos puntos en común?

Todos los pacientes, sin excepción, están hablando mucho sobre la soledad y sobre cómo les repercute. Además, algunas familias y parejas están pasando el confinamiento separadas, ya que cuando se decretó el confinamiento uno de los miembros estaba de viaje y ya no pudo volver. También hay pacientes que viven solos porque no tienen pareja ni hijos.

 

¿Qué más exponen?

Si ha habido un conflicto familiar en casa o algún un problema de convivencia, lo que les provoca ansiedad o miedo, si tienen pensamientos recurrentes durante el día o la noche sobre el coronavirus, si están experimentando hipocondría…

En una situación como la que estamos viviendo es normal que sintamos angustia y temor porque es una situación nueva, que nunca habíamos vivido y sobre la que no tenemos conocimiento previo adquirido

Dada la situación, todos estos conflictos y emociones son normales, ¿no?

De eso se trata, precisamente: en la sesión analizamos hasta qué punto estos pensamientos, emociones y comportamientos son normales. Es decir, en una situación como la que estamos viviendo es normal que sintamos angustia y temor porque es una situación nueva, que nunca habíamos vivido y sobre la que no tenemos conocimiento previo adquirido. Pero también hay que identificar lo que es disfuncional.

 

¿Lo que no tiene una base real?

Sí, las emociones que surgen sin que haya un componente real para que se produzcan. Y estas emociones, al igual que las que sí tienen un componente real, pueden estar causadas por las circunstancias personales del paciente o por las circunstancias generales de la sociedad relacionadas con el virus.

 

¿Cuál es el mejor antídoto contra el miedo?

Sin duda, la información contrastada. Estamos sometidos a un gran volumen de noticias, pero muchas de ellas son falsas y alarmantes. Es fundamental discernir entre lo que es un bulo y lo que está sustentado por el conocimiento. La información, cuando es verídica, nos calma porque nos da seguridad y nos ayuda a relativizar.

 

La sobreinformación tampoco debe ayudar, aunque sea veraz

No, no ayuda. Hay que buscar el equilibrio entre estar informado y exponer la mente todo el día a las noticias sobre la pandemia. A algunos pacientes les hemos tenido que recomendar que hagan cuarentena de todas aquellas noticias que nos llegan por WhatsApp en forma de vídeos, enlaces, etc.

 

¿Qué más ayuda a no tener pensamientos recurrentes?

Ocupar la mente con actividades que nos produzcan bienestar, como los hobbies y todo aquello para lo que nunca habíamos tenido tiempo, pero que siempre habíamos querido hacer. También es esencial establecer rutinas e introducir el ejercicio físico en ellas, además de una buena alimentación y una rutina de sueño, hábitos de higiene, etc.

La pandemia actual nos ha puesto delante una situación insólita que nos está obligando a vivir situaciones también insólitas. Los pacientes necesitan compartir, verbalizar y encontrar herramientas útiles para gestionar lo que están viviendo

¿Los 10-15 minutos que comentabas bastan para todo esto?

Es el tiempo que estipulamos cuando planteamos la terapia de lateralidad vía Skype, pero lo cierto es que en la mayoría de las sesiones vemos que es necesario prolongar esta parte de la terapia bastantes minutos más. La pandemia actual nos ha puesto delante una situación insólita que nos está obligando a vivir situaciones también insólitas. Los pacientes necesitan compartir, verbalizar y encontrar herramientas útiles para gestionar lo que están viviendo.

 

¿Cómo hacéis las actividades físicas ahora?

La terapia online no permite realizar las actividades físicas que llevábamos a cabo en la terapia presencial para trabajar los aspectos cognitivos, una parte de la terapia que suponía el 35 – 40 % de la sesión en el centro. Para compensar este hándicap y poder seguir trabajando las habilidades cognitivas, los terapeutas hemos preparado material específico, como fichas y juegos mentales. Este material nos permite trabajar la comprensión de ejercicios complejos, la organización espacial, la atención sostenida y los demás ítems de la lateralidad. También hemos ideado ejercicios que implican áreas determinadas de los hemisferios cerebrales para poder seguir trabajando la parte motriz, poder observar los bloqueos como antes y trabajarlos.

 

¿Vosotros también estáis aprendiendo como terapeutas?

Desde luego. Estamos observando que también podemos llegar a la parte motriz con estos ejercicios que hemos implementado para la terapia de lateralidad vía Skype, lo cual abre también una vía de atención terapéutica para aquellos pacientes que residen en otros países y no pueden permitirse venir cada 15 días a Barcelona (los pacientes que residen fuera hacen dos sesiones seguidas cada vez que vienen al centro).

 

¿Y con los pacientes adultos?

También hemos diseñado una serie de ejercicios para poder trabajar los ítems que trabajamos con ellos presencialmente. Suelen ser ejercicios de lógica, de orientación espacial, etc.

 

¿Qué diferencias estáis observando en la terapia online respecto a la presencial?

En general, las fichas que hemos preparado son algo más complejas que las que utilizábamos en la terapia presencial, son ejercicios más largos y estructurados. Les ha costado un poco hacer los de lógica y deducción, pero creemos que se debe a todos los factores emocionales relacionados con la pandemia y a que la terapia quedó interrumpida durante unos días hasta que la reiniciamos online. Han sido tres semanas complicadas y es completamente normal que todavía les cueste un poco centrarse. A parte de esta puntualización, mi valoración es muy positiva porque estamos pudiendo trabajar muy bien con ellos: pueden compartir los archivos que vamos subiendo los terapeutas, han recibido con mucha satisfacción el hecho de que prosigamos con la terapia y les son muy útiles las pautas que les damos para que aprendan a planificar su día a día y para que puedan seguir siendo productivos y funcionales. Además, y esto es algo muy importante en estos momentos, en las sesiones también ha habido espacio para la risa al revisar lo que emocionalmente era disfuncional.

 

¿Destacarías algo más?

Sí, hay otro elemento muy positivo en la terapia con los niños. Cuando nos hemos conectado vía Skype, como muchos padres estaban en casa, hemos podido comentar con ellos bastantes aspectos de la situación actual. Esta comunicación e intercambio de información les ha ayudado, les ha aportado tranquilidad.

Terapia de lateralidad vía Skype

Debido a la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo a causa de la pandemia de coronavirus, estamos realizando, excepcionalmente, la terapia de lateralidad vía Skype  con el fin de no poner en riesgo la salud de los pacientes ni la de nuestro equipo y, a la vez, no interrumpir los tratamientos. Como todos sabemos, de momento, la mejor vacuna para detener esta pandemia es quedarse en casa.

Si queréis realizar una consulta o pedir una primera visita, os atenderemos en el número de teléfono:

610 79 11 25

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